Cada 3 de mayo, en la compañía Mbocayá Pucú de Ybycuí, el aroma a asado se mezcla con la emoción y la fe. Desde hace más de 30 años, la familia Gómez abre su corazón y su casa para compartir con toda la comunidad una tradición que nació del amor y la gratitud: faenan una vaca, preparan asaditos y reparten carne, golosinas y bebidas a cientos de personas. Todo en nombre de los angelitos, de Jesús, la Virgen y de las bendiciones recibidas.
Juan Gómez, más conocido como Don Papi, y su esposa, Ña Lourdes Rojas, son los pilares de esta hermosa costumbre. “Desde julio ya elegimos nuestra mejor vaquita, la criamos con cariño, todo en nombre de los angelitos de la comunidad”, contó Ña Lourdes a EXTRA, emocionada.
Este año, el gesto fue aún más especial. “Vamos a repartir 300 asaditos, 300 panchos, 300 jugos, gaseosas y muchas golosinas. Es nuestra manera de dar gracias porque mi esposo estuvo muy enfermo, casi se nos fue, pero gracias a Dios se recuperó. Esto es un agradecimiento por la vida, por la salud”, expresó la doña.
Más de 200 familias llegan cada año a compartir este momento. “Siempre llueve el 3 de mayo, pero igual hacemos, no importa el clima. Este año Dios nos bendijo con un día hermoso”, dijo Ña Lourdes con una sonrisa. “Ver la cara de felicidad de los chicos no tiene precio. Eso nos llena el alma”, mencionó Lourdes.
Este año, la hija de la pareja, Mabel Gómez, se sumó activamente a la entrega de golosinas, continuando con el legado que sus padres comenzaron hace décadas. También se hicieron presentes los hermanos de Don Papi, sobrinos, vecinos y otros devotos, quienes ayudaron con la organización, la preparación de la comida y el reparto. “Esperamos que esto siga con nuestros hijos, que ellos también sientan esa alegría de dar, de compartir, de agradecer a Dios”, expresó.
En Mbocayá Pucú, el Día de la Cruz no solo se celebra con flores y oraciones, se celebra con solidaridad, parrilla encendida y mucho, pero mucho amor. Una tradición que une, alimenta y bendice.