La hermana Albertine, una joven monja católica, llegó a las afueras del Vaticano con su teléfono móvil en mano, lista para grabar nuevos videos para sus cientos de miles de seguidores en internet.
La monja de 29 años, es una de los cientos de “influencers” católicos que llegaron a Roma para un encuentro de redes sociales que se llevó a cabo esta semana.
El Vaticano los llama los “misioneros digitales” y el papa León XIV ofició una misa para ellos en la Basílica de San Pedro, donde los instó a crear contenido para aquellos que “necesitan conocer al Señor”.
La hermana Albertine tiene 320.000 seguidores en Instagram y algunos de sus videos llegan a tener más de un millón de vistas.
PA’I CON TATUAJE
El padre Giuseppe Fusari no parece un sacerdote normal, con sus camisas ajustadas que revelan sus brazos tatuados. Tiene 63.000 seguidores en Instagram “Todo el mundo usa redes sociales, así que es importante que también estemos allí", comentó Fusari a AFP.
El papá León llamó a sus seguidores en internet a buscar un equilibrio, en momentos que la sociedad está “hiperconectada” y “bombardeada de imágenes a veces falsas o distorsionadas”. “No es solo cuestión de generar contenido, sino de crear un encuentro entre corazones”, expresó el pontífice
El público meta de los influencers religiosos son las personas que se han alejado de la iglesia católica.
Por otra parte, la canonización de Carlo Acutis, el joven italiano conocido como el “influencer de Dios”, está programada para el 7 de septiembre de 2025, por el Papa León XIV.