Los empleados más entusiastas ya empiezan a organizar el encuentro por el Día del Trabajador en los grupos de WhatsApp.
Mientras que la mayoría de los jefes guardan un misterioso silencio sobre si habrá una farra empresarial, los trabajadores discuten alternativas.
Los conflictos
Ponerse de acuerdo es lo más difícil. Según dicen, el que menos permiso tiene es el que más se queja por todo.
Decidir la actividad, el lugar o el monto de la “vaquita” (aporte) son los principales conflictos.
“Los que viven lejos son los que nunca están de acuerdo, puro drama. Se quejan nomás por deporte porque al final nunca asisten”, indicó Víctor García (38). El muchacho, quien trabaja como vendedor de créditos, asegura que el mejor plan es ir al patio de un compañero, hacer asado y que cada uno lleve un pack de cerveza. Señala que el aporte mínimo para la parrillada debe ser de G. 30.000 a G. 50.000 por persona.
Aron Aguirre, trabaja en una tienda de electrodomésticos, dijo que los permiso’i ya tienen que empezar a hacer buena letra con la patrona.
“Los muchachos no tienen permiso, máximo dos horas estamos bien, después ya empiezan a llamar las doñas. Algunas se van a buscarle luego y no falta el que llega con su novia. Rova puku está toda la noche”, expresó.
Luis Domínguez (42), trabaja en una mueblería y cuenta que nunca fueron agasajados por los patrones. Ellos hacen vaquita y comen asado en el trabajo. A la salida, todos van frente a una bodega. “El aporte es de G. 35.000 para la costilla, chorizo y pan Felipe. Nada de cosas chuchis”, dijo.
BARES: OPCIÓN MÁS CHUCHI
Las mujeres prefieren que la reunión sea en un bar que quede cerca del trabajo. Dicen que así se evita el problema de la organización y va sólo el que tiene ganas de pasarla bien.
El aporte
“Si hay al menos 10 personas, el aporte mínimo debe ser de G. 35.000. La carne está cara, lo ideal es que sea G. 50.000”, dijo Lucho Domínguez