Aún aferrándose al recuerdo, Cora, una perra pastor alemán de 7 años, no se despega de la tumba donde se encuentran enterrados los restos de Koki Ruiz, su amo.
La mascota fiel del artista no solamente lo visita día y noche desde que partió, sino que permanece por largos ratos en el lugar.
Su compañera fiel nunca lo abandonó
La estremecedora imagen de Cora sobre el fosal de Koki, es una muestra más de que la lealtad es la característica principal de los perros.
Julián Ruiz, su hijo, manifestó a EXTRA que Koki era amante de la raza pastor alemán. Cora era su compañera y nunca lo dejaba solo.
El domingo fue uno de esos días en que el animal buscó a su dueño entre las flores y coronas que adornaban su tumba, ahí donde tal vez espera volver a verlo.
“Lo tiene más conmovedor; el tema de su perro es que Cora está con cáncer hace cuatro años también. Desde que mi papá se enfermó y volvió acá a San Ignacio, cuando ya empezaron a empeorar las cosas, ella en todo momento exigía entrar a la pieza, en todo momento lo acompañaba”, señaló Julián.
Su último deseo
El deseo de Koki era que su última morada fuera detrás de su taller, en un pequeño bosquecito de su granja llamada La Barraca, ubicada en San Ignacio Guazú, departamento de Misiones.
“Cuando supimos que íbamos a enterrarle en la granja, sabíamos que lo primerito que iba a hacer ella es ir ahí y así fue”, mencionó Julián.
Cora recorre el patio, y como es una guardiana, primeramente vigila la casa de su amo, y luego vuelve junto a él.
“Tiene la misma reacción que tenía cuando ella quería entrar a verle a mi papá, pero en ese caso reposa sobre su tumba”, contó.
Cora nació en el año 2017 y desde entonces, Koki la adoptó como un miembro más de la familia.
Mientras él hacía su caminata por la zona, Cora lo seguía, también en sus paseos por la granja y durante el recorrido de la procesión de Tañarandy en Semana Santa.
“En estos últimos tiempos, cuando le sacábamos afuera a papá para que haga su fisioterapia, él siempre estaba acompañado (de Cora) y ahí se volvió un poquito más cariñoso con ella. Le acariciaba y esas cosas”, añadió.
Rasguñaba la puerta para entrar junto a él.
Uno de los enfermeros que cuidaba a Koki Ruiz, le contó a la familia que por las noches, Cora rasguñaba la puerta hasta lograr que la abrieran y ella pudiera dormir al costado de la cama donde descansaba su dueño.
“Mi papá le decía que entrara, que ella no va a molestar. Se quedaba allí acostada un buen rato”, contó Julián.
El mismo señaló que otros perros que se dejan morir al lado de la tumba de sus amos, pero Cora sabe que también debe proteger a los que ella considera su familia.
Etóloga explica comportamiento de la peludita
La etóloga (estudia el comportamiento animal), Sofía Manchini manifestó a EXTRA que este tipo de lazo se da por el vínculo que se formó entre el perro y su amo. Lo más probable es que esté esperando a que salga, si será momentáneo o no, depende de lo que hagan. Hachiko le esperó toda su vida a su dueño, hasta que murió en el mismo lugar. Alguien debería hacer vínculo con la perra, intentar que tenga un nuevo ‘amor’, señaló la especialista en comportamiento de los animales.
Artista de renombre
Tras una larga lucha contra el cáncer, Delfín Roque Ruiz Pérez, nacido el 16 de agosto de 1957 , falleció el 20 de diciembre último, a raíz de una larga lucha contra el cáncer.
Tenía 67 años cuando dejó de existir físicamente.
Koki mostró al mundo el arte religioso paraguayo y la cultura popular del país.
Fue un arquitecto, artesano, artista plástico, reconocido por la Barraca de Tañarandy que se celebra desde 1992.