Lo que parecía una noche tranqui en el Asentamiento San Marcos, del km 5½ lado Acaray de Ciudad del Este, Alto Paraná, se volvió un escándalo con música a todo volumen que terminó con la intervención policial y la incautación de un auto tuneado con potente equipo de sonido.
El protagonista fue Alan Benito Acosta Paniagua, un jovencito de 19 años del barrio San Antonio, quien decidió convertir la calle en discoteca móvil con su Toyota Auris año 2010, chapa AAOE 232 Py, propiedad de su papá, Benito Acosta Garcete.
Todo ocurrió cerca de las 23:30 del sábado. Los vecinos, hartos del escándalo, llamaron al 911. Enseguida llegó la patrulla de la Comisaría 4ta del barrio Gral. Pablo Rojas, al mando del Suboficial Principal Armando Sanabria, a bordo de la Móvil 40.
Encontraron el vehículo con la música a full, el parlante retumbaba desde la valijera y no dejaba dormir a nadie. Los polis primero le dieron un aviso verbal, pero Alan hizo caso omiso. Entonces no hubo otra y se llevaron el auto y al joven farrista directo a la comisaría, según informó el corresponsal Wilson Ferreira.
El caso fue comunicado al fiscal de turno, el abogado Gabriel Segovia, quien ordenó que al joven se le realice el alcotest, así que fue trasladado hasta la base de la Patrulla Caminera en el km 15.
La causa está caratulada como supuesto hecho de polución sonora y perturbación de la paz pública, y el procedimiento continúa a cargo del fiscal.