Gilberto Ariel Díaz Agüero, un trabajador de 39 años, estaba buscando un préstamo cuando, revisando Facebook, vio una página que ofrecía créditos rápidos, supuestamente de una financiera. El perfil se llamaba “iClub” y prometía que todo era fácil y sin muchas vueltas.
Fue a las 00:08 del 31 de julio cuando hizo clic en el anuncio. De inmediato, lo llevó a un número de WhatsApp, donde un asesor empezó a darle indicaciones sobre cómo acceder al préstamo.
El supuesto funcionario le ofreció un préstamo de G. 6.000.000, pero con una condición. Tenía que tener G. 1.500.000 en su cuenta para poder habilitar la gestión. Gilberto no tenía todo, así que pidió prestado a sus familiares, convencido de que era una buena oportunidad.
Pero esta vez, la historia fue otra. Al día siguiente, cuando entró a su cuenta del banco, el dinero ya no estaba. Se había ido en cargas a dos billeteras electrónicas, activadas con líneas de una telefonía. Él no autorizó nada. Lo más raro es que tampoco recibió ninguna alerta o confirmación, como era habitual en otras transacciones.
Molesto y sintiéndose engañado, Gilberto decidió publicar en sus redes sociales las capturas de toda la conversación con el supuesto asesor, para advertir a otras personas. Después, fue a formalizar la denuncia ante la unidad de Delitos Económicos, por recomendación de la financiera, según la publicación realizada por CDE HOT.
El trabajador dijo que no se trata solo del dinero perdido. Le preocupa que más personas caigan en el mismo esquema.