Diana Salinas de Romero habla despacio, como si cada palabra pesara. Desde que perdió a su angelita Anto, de apenas 7 años, su voz quedó frágil, pero firme en un punto: quiere que la muerte de su hija no quede en silencio.
Anto era una nena especial. Nació con una enfermedad delicada que impedía que caminara: un nervio que debía unir su cerebro con la columna nunca terminó de desarrollarse. También tenía hidrocefalia, convulsiones y otras patologías que llevaba como podía, entre terapias y controles. A pesar de todo eso, su mamá recuerda algo que la sorprende hasta hoy: “Ni se engripaba, nunca tenía fiebre”. Era una niña frágil, pero fuerte.
La mamá señaló a EXTRA que el 8 de octubre el IPS Central realizó una “maratón de cirugías para niños en condición delicada”. Anto entró para la extracción de dos dientes infectados.
Lo que debía ser un procedimiento controlado terminó abriendo la herida más grande en la vida de Diana.
Falta de oxígeno
Al salir del quirófano, llevaron a la pequeña a una sala común. Mientras otros niños despertaban poco a poco de la anestesia, Diana notó que su hija “roncaba”. Algo no estaba bien. Veinte minutos después, Anto comenzó a sangrar por la boca y la nariz, según la mamá.
Diana pidió ayuda desesperada. La llevaron a terapia, la reanimaron y la intubaron. Estuvo más de un mes internada.
El 12 de noviembre, cuando por fin la habían desentubado, Anto sufrió una broncoaspiración, es decir, sus pulmones se llenaron de líquido y falleció ese mismo día. “Fue una doble negligencia”, asegura Diana. Explica que los médicos de terapia le dijeron que, por la condición de su hija, debía salir de la cirugía con oxígeno.
“Sufrió un parocardiorespiratorio y después se complicó todo. En terapia intensiva tuvo neumonía porque le aspiraron luego de que tomó su leche y sus pulmones se llenaron de líquido”, señaló la mamá.
Diana no busca revancha, sino respuestas. Mañana se presentará ante una jueza de la Niñez para formalizar su denuncia y pedir el historial médico completo de Anto, ya que ahí nació e hice todos sus tratamientos médicos desde recién nacida.
“Quiero que se investigue. No quiero que su muerte quede en vano”, dice. Y en ese pedido, en ese amor que todavía la sostiene, pide justicia para Anto.