11 dic. 2024

Así operaba el club privado “The Royal Duck”

Los miembros pasaban por un proceso de selección para acceder al club sexual.

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Luis Augusto Montanaro, imputado por divulgar videos sexuales sin consentimiento.

Facebook.

“El silencio es un lujo”, es la frase de portada de la página del club privado “The Royal Duck”, del empresario Luis Augusto Montanaro, ahora imputado por lesión del derecho de la comunicación y a la imagen.

Para formar parte del exclusivo club sexual debías cumplir unos requisitos. “Los miembros deben ser personas embajadoras y con habilidades de relaciones públicas”, señala.

Pero eso no es todo, el interesado también debe tener: imagen y presencia, carisma, elegancia, compromiso con la exclusividad, flexibilidad y disponibilidad.

Otros requisitos hacen referencias a las mujeres que forman parte del club. “Para ser acompañante se necesita juventud y belleza, condición física atlética, habilidades sociales, compromiso y discreción”, indica.

Para ser miembro del club, como socio o acompañante, debían descargar una aplicación y enviar una solicitud. Se estudiaba el perfil del solicitante antes de la aprobación.

La selección de las acompañantes era más minuciosa. Tras enviar la solicitud por medio de la aplicación, se realizaba una entrevista en persona, si era admitida debía realizar un entrenamiento para ser parte de una comunidad.

Una vez seleccionados como miembros, las partes debían firmar un contrato al estilo de la famosa película 50 Sombras de Grey.

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Señalan que políticos, empresarios y conocidas figuras de la farándula eran miembros del club.

Montanaro, nieto del temible Sabino Augusto Montanaro, exministro del Interior de Stroessner, está imputado por divulgar sin consentimiento videos y fotos de encuentros sexuales de los miembros del club y lucrar con ellos.