Los domingos, don Marciano González Arellano suele vender asado en una casilla a la vera del camino.
Quiso el destino que anteayer dejara un ratito su puesto, porque así se salvó de lo que hubiera sido una muerte segura.
Casi al mediodía, un conductor identificado como Herculano Fernández perdió el control de su camioneta y se llevó todo por delante: el toldo, la mesa y un parlante. Siguió unos 40 metros y fue a parar por el portón de una casa.
Eso sucedió en San Lorenzo, sobre Avelino Martínez casi François Mitterrand, Barcequillo. Por fortuna no hubo heridos.
Vio volar la casilla
El asadero aprovechó un momento en que no tenía clientes para ir un rato junto a su socio. Ahí vio toda la secuencia del accidente.
“Justo me fui, al lado pues se vende remedios refrescantes y me llamó el dueño, que es mi amigoité: ‘vení, vamos a chismosear un poco’, me dijo, y me fui. En ese momento ocurrió lo que ocurrió”, relató.
“Lo único que pensé es que si yo estaba ahí, adiós González”, añadió en su entrevista con EXTRA.
Entre risas mencionó que nunca había recibido tantos abrazos como en esa siesta.
Recordó que en la década del 80 zafó de un accidente igual, cuando trabajaba en una parrillada en Limpio.
“Estoy contento también porque el señor salió ileso, y me fui a su casa a hablar bien con él, para el fin de semana me va a resolver todo, dijo, y estamos ahí”, resaltó.
Igualmente el chofer se salvó de milagro, porque estuvo a punto de chocar un poste de cemento de la ANDE. Según el informe policial, Fernández dijo que se asustó porque explotó su rueda delantera. Dio negativo al alcotest.