Según el examen médico que se le hizo al adolescente de 16 años, hermano del primer agresor sexual de Melania Montserrat, de 11 años, son compatibles con las lesiones que también tenía la niña.
La policía sostiene que el muchacho actuó solo.
Raspones en los codos y otras heridas, se le pudo observar aquel día de su detención. Su mamá en aquella ocasión dijo que fue “por jugar partido”.
Para el subjefe del Departamento de Homicidios de la Policía, David Delgado, el crimen de Melania Montserrat, hallada sin vida en una zona boscosa de Fulgencio Yegros, Caazapá, es prácticamente un caso cerrado.
Crónica de una muerte
Todo comenzó el lunes 21 de julio, cuando se encontró el cuerpo de la menor. En un primer momento, la Fiscalía entregó el cuerpo a la familia sin hacer autopsia, basándose solo en un informe forense que hablaba de estrangulamiento. Se asumió que no había abuso y no se consideró necesario hacer una autopsia completa.
Sin embargo, la presión de la familia, la ciudadanía y la prensa obligó a que se reconsidere esa decisión. Con todo el dolor del mundo, la familia tuvo que ceder el cuerpo para que sea trasladado a Asunción, en pleno velorio, para que se realice la autopsia.
Se supo que la niña fue estrangulada con una soga. Tenía múltiples lesiones visibles. Su atacante dejó restos de uña en el brazo de la víctima, evidencia de un forcejeo.
Melania presentaba rasguños en piernas y rodillas, por haber sido arrastrada boca abajo durante 61 metros.
Todos estos datos coinciden con las heridas recientes halladas en el cuerpo del adolescente de 16 años, quien fue detenido e identificado como el único responsable del hecho. El menor presentaba lesiones.
En cuanto a Marcelo Jiménez Benítez, señalado inicialmente por sus antecedentes de abuso contra la misma niña, la Policía no consiguió elementos que lo vinculen a la escena del crimen.
Un testimonio clave
Se calcula que después de la 13:00, una vecina vio salir corriendo al muchacho de 16 años, zona donde fue encontrada “Mel” horas después. La vecina llamó al celular de la mamá del jovencito, pero le atendió él mismo.
Le retó porque había espantado a sus vacas con su corrida. Supuestamente, el chico se excusó diciendo que fue a cargar saldo. Después de hallarse el cadáver de Melania, la vecina recordó ese episodio. Algo no le cuadraba y fue hasta la despensa donde se carga saldo y preguntó al dueño si el adolescente llegó al lugar. El dueño le dijo que no, que a esa hora no abre. Fue el primer llamado de atención.
La versión corrió por toda la comunidad, aunque esta testigo clave todavía no fue a declarar.
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