En una emotiva celebración eucarística, el cardenal Adalberto Martínez, presidió ayer una misa en el predio de la cárcel de Tacumbú, en donde participaron reclusos y sus familiares.
En plena misa, el pa´i habló de una reforma penitenciaria y lamentó que los internos tengan que vivir aglomerados y lavó los pies a 12 internos del centro penitenciario.
“En tantas cosas nos pudimos haber equivocado y de lo que estamos profundamente arrepentidos. En sus llagas (de Jesús) pueden encontrar alivio porque él con su sangre puede curarles, lavarles, transformarles; no tengan miedo , no están solos (...) porque Jesús se identifica cuando dice ‘cuando estuve preso me viniste a visitarme, estuve sin casa y me diste techo, tuve hambre y me diste de comer, estuve con sed y me diste de beber’”, expresó.
El ritual replicó la acción del Papa Francisco, quien lavó los pies de 12 reclusos (10 varones y dos mujeres) de la cárcel Casal de Marmo, de Roma. En esta ocasión, el Papa se inclinó para realizar el lavado de los pies, los secó suavemente y los besó.
En la última Cena de Jesucristo se conmemora cada Jueves Santo, mismo día en que se recuerda el lavado de pies a los 12 apóstoles.
"... sabiendo que el Padre le había puesto todo en sus manos y que había salido de Dios y a Dios volvía, se levanta de la mesa, se quita sus vestidos y , tomando una toalla , se la ciñó. Luego echó agua en un lebrillo y se puso a lavar los pies de los discípulos y a secárselos con la toalla con que estaba ceñido.” (Jn 13 3-5)