El caso del celular para el presunto narcotraficante Miguel Insfrán, alias Tío Rico, está tumbando a más gente, a medida que avanza la investigación fiscal. Primero fueron un coronel y su esposa; ahora, su abogado.
Se trata de Miguel Ángel Mendieta Fernández, de 39 años, quien fue detenido esta tarde, porque aparece como sospechoso de intentar sobornar a un guardia militar, para hacer llegar un teléfono a su cliente, quien se encuentra recluido en la cárcel militar de Viñas Cué (Asunción), tras ser extraditado desde Brasil.
El profesional del derecho fue privado de su libertad, al ser sorprendido en la vía pública, en el barrio Sajonia de Asunción, en un procedimiento realizado por agentes de la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad), quienes estuvieron encabezados por los fiscales Osmar Legal, Francisco Cabrera y Luis Said, según informes preliminares.
Mendieta fue llevado esposado hasta la sede de la Senad, donde guardará reclusión, de acuerdo a lo dispuesto por los agentes del Ministerio Público, quienes ya lo convocaron para declarar mañana.
Además, los investigadores allanaron la vivienda y el estudio jurídico del abogado, en busca de evidencias, como celulares, que serán peritados, a fin de obtener las pruebas sobre el caso.
Hace dos semanas, fueron apresados el coronel Luis María Belotto Quiñónez y su esposa Alba Lidia Ale de Belotto, quienes ya están imputados por soborno agravado.
El alto oficial, quien era ayudante del jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Militares, fue denunciado por intentar sobornar a un subalterno, quien hace guardia en Viñas Cué, ofreciéndole G. 10 millones, para que haga llegar un celular hasta la celda de Tío Rico.
Por su parte, la mujer había enviado una encomienda, con un teléfono adentro, para que se le entregue al presunto narco.
Miguel Insfrán está procesado en el marco del operativo antinarco A Ultranza Py, por tráfico internacional de drogas, asociación criminal y comercialización ilícita de sustancias, según los antecedentes.