Prácticamente inservible quedó el vehículo de un joven caazapeño apenas una semana después de retirarlo de la concesionaria, tras un violento vuelco en una pronunciada curva en el ramal de la ruta PY08, que une a la ciudad de Iturbe (Guairá) con el distrito de Coronel Maciel (Caazapá).
“Si le sucede a mi familia demasiado voy a sentir. Cada accidente de tránsito somos nosotros los que sentimos”, comentó Pedro Alcides Fernández, jefe de la comisaría quince de dicho distrito del departamento de Caazapá, quien decidió no quedarse de brazos cruzados.
El suboficial Mayor comentó que no es la primera vez que ocurren hechos de esta naturaleza pues, hace cuestión de dos meses, un joven villarriqueño perdió la vida en el lugar y, el domingo, un camionero que trasportaba hierros también se comió el tramo y volcó aparatosamente.
“Es una curva sumamente peligrosa y sin señalización. Nos abocamos a poner para salvarle a la gente. Nosotros mismos, a veces nos olvidamos que está porque es ruta recta que termina en la pronunciada curva”, relató Pedro.
Manos a la obra
Pedro junto con el Suboficial inspector Ángel Vera Araújo y el suboficial inspector Armando Núñez subieron dos postes a la patrullera y partieron desde la comisaría hacia el lugar, en la mañana de ayer.
En el trayecto, al ver en la carrocería del móvil policial ambos palos, los lugareños quedaron extrañados al cruzarse con ellos por el camino. “La gente nos decía a dónde lo que nos íbamos, pero no sabían lo importante que íbamos a hacer”, relató el agente.
El suboficial comentó que ambos postes habían sobrado de noventa que les fueron donados para demarcar el perímetro de la comisaría que, de a poquito desde hace dos años está remodelando. “Llegué acá hace dos años y la institución estaba completamente abandonada. Formé una comisión vecinal, con la ayuda también de la gente de la iglesia” relató.
“Hicimos una nota a través de la comisión para la refacción de la comisaría y también hicimos el reclamo a la municipalidad por el tema de la señalización. Como no tuvimos respuesta, decidimos usar los dos postes de eucalipto sobrantes para eso”, continuó el uniformado.
Con los materiales que tenían pintaron de blanco el poste y colocaron de forma improvisada “ojos de gato” en la ruta y cintas reflectivas para alertar a los conductores. “Ahora se ve súper bien a la noche porque refleja, se ven los postes porque son blancos”, expresó satisfecho.
Mencionó que afortunadamente empresarios de la zona y la comunidad se dan cuenta de la importancia de su laburo y apoyan al 100% cada uno de los emprendimientos que hacen. El gran trabajo del uniformado y su equipo de agentes fue elogiado y aplaudido en las redes sociales.
Piedrita por piedrita
El policía comentó que cuando salen a patrullar y encuentran piedras por la calle incluso, las suben a la patrullera para poder completar cada espacio del extenso patio que ahora tienen hermoseado. “Plantamos árboles y le pusimos la piedra alrededor pintada en blanco. En poco tiempo más vamos a tener linda sombra”, dijo emocionado.
