Un niño de 11 años y su tío, aprovecharon la bajada del río Acaray para ir a pescar y fueron hasta un “chorro” ubicado en el medio mismo del cauce, cuando repentinamente, las compuertas de la represa Acaray se abrieron y quedaron atrapados.
Ante la crecida, ambos lograron llegar hasta un árbol, el cual treparon para no ser arrastrados por la corriente.
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Los vecinos que los vieron llamaron rápidamente a los bomberos, quienes a su vez avisaron a la hidroeléctrica para que cierre las compuertas y de a poco el agua fue bajando y pudieron llegar a ellos.
Tanto el tío como el niño fueron rescatados por los voluntarios tras una ardua tarea.
Ocurrió en la zona del barrio Don Bosco de Ciudad del Este, Alciro Corrales, tío del menor habló con los medios de prensa y mencionó que ambos están bien, pero quedaron muy asustados.