Con un golazo ante Guaraní, celebró su partido número 300 vistiendo la franja y defendiéndolo como un gladiador.
Richard Ortiz fue, es y sigue siendo pilar del equipo del Léka, aunque en los últimos tiempos se convirtió en uno de los más cañeados por la afición decana.
Que está algo gordito y que ya no le alcanza ni a un caracol, tiran losperros en las redes pero... en charla con Fútbol a lo Grande, el volante de 30 años dijo que ni ahí está por lo que dicen los demás.
“La gente dice que soy lento y que tengo sobrepeso, yo sé bien cuánto corro y cuánto es mi velocidad máxima, en ese sentido estoy tranquilo. A veces por más rápido que sea no se puede cubrir todos los espacios, yo sé lo que es mi trabajo”, he’i voi.
El oriundo de Villa Ygatymi con algo de soberbia luego respondió a sus detractores.
“Jugar 300 partidos no es fácil, por algo estuve firme siempre con todos los técnicos. La gente que critica no entiende, no ve mi trabajo. Si me pongo a leer todo me tenía que retirar hace tiempo”, aseguró.
Incluso comentó que de tanto en tanto se le escapa una carcajada cuando ve cómo lo trozan. “A veces me cago de risa también porque se dicen muchas boludeces”, indicó.
Autocrítica
En otro momento de la nota se refirió a lo ocurrido en la Copa donde Olimpia cayó 3-2 ante Táchira.
“Fue vergonzoso lo que hicimos en Venezuela no éramos nosotros, eso lo charlamos con los muchachos. Jugamos muy estáticos en ese partido, ahora contra Guaraní mejoramos”, señaló.
Al mismo tiempo sostuvo que ya no hay margen de error y que mañana como sea deben ganar ante el Always Ready.
“Con la camiseta de Olimpia tenemos que salir con todo, a eso nos obliga la gente y no podemos dar ventaja en la Copa”, expresó.
Finalmente dijo que se siente muy bien y que espera alzar su nivel “así como la gente quiere”.