A poco más de una semana de haber sufrido un accidente cerebrovascular (ACV), el expresidente y actual senador Fernando Lugo se está alejando del riesgo de perder la vida, según su colega Jorge Querey, quien es su médico de cabecera.
“En las últimas 36 horas, se mantuvo estable en todos sus signos vitales, en la función respiratoria, en las funciones de oxigenación”, mencionó con respecto al líder del Frente Guasu, quien dejó ver “incluso algunos signos positivos, todavía mínimos, pero positivos, en relación a la función cerebral”.
Sobre el incidente que se registró, a causa de la intubación, dijo que el pequeño sangrado en la faringe ya fue controlado, “sin mayor dificultad y complicación”, luego de que se le practicara una traqueotomía.
Este avance, permite reiniciar el proceso para “disminuir progresiva y lentamente los soportes que le estamos colocando, de manera a apuntar al momento en que podamos retirarlos totalmente”, explicó, en referencia a los medicamentos que se aplica al paciente, así como los aparatos, a los que está conectado.
Señaló que “eso puede darse en horas o en días. No está estipulado claramente, cada paciente varía, cada paciente tiene una situación diferente”.
Sobre las secuelas que podrían quedar en el exobispo de San Pedro, Querey aclaró que “los pronósticos todavía no podemos establecerlos”.
“Lo importante es el reinicio de este proceso de descomplejizarlo”, apuntó.
Refirió que pasadas unas 48 a 72 horas del retiro total de los soportes de la terapia intensiva, “se podría dar algún primer reporte en cuanto al pronóstico”.
Por ahora, “creemos que el riesgo vital inminente está disminuido, alejado, pero haciendo la reserva de que se trata de un paciente crítico”, remarcó.
El miércoles de la semana pasada, Lugo había convulsionado en su oficina del Congreso y fue llevado de urgencia al sanatorio San Roque, de donde lo derivaron al sanatorio Migone, donde se comprobó que había sufrido un ACV.
En la madrugada del jueves, fue sometido a una intervención en la cabeza, por una hemorragia en el cerebro.
Desde entonces, permanece internado en Terapia Intensiva, mientras que sus adherentes y simpatizantes políticos prenden velas y rezan frente al nosocomio, pidiendo por su recuperación.