Se mandó un golazo de película ante Cerro Porteño y saltó a la fama mundial. Mario Ricardo, el pelotero que perdió un ojo cuando era niño, es la figura deportiva del momento.
En entrevista con EXTRA el futbolista afirmó que está tomando con mucha tranquilidad la tremenda fama que llegó a su vida de la noche a la mañana.
Fama que no viene sola, pues varias señoritas muy sensuales ya lo ficharon, llenándolo de piropos en las redes sociales, tanteando de esa forma el terreno. Pero Ricardo asegura que no les da bolilla, porque sabe que eso no le conviene.
“Esta oportunidad que tengo es única. Obviamente se presentarán las tentaciones, a todas realmente me voy a negar, porque este es mi momento. Yo venía luchando para esto y no voy a tirar todo por el piso un día para otro. Voy a aprovechar mi momento y disfrutar con mi familia con mucha humildad. Ahora van a aparecer muchas, pero voy a tratar de sobrellevar y también no dejarle de lado a la gente, porque gracias a la gente estoy donde estoy”, destacó el ya famoso pelotero.
Soltero y sin apuro
Henry, como le dicen sus amigos, actualmente no tiene novia y prefiere mantenerse soltero para no distraerse de su objetivo: convertirse en un destacado futbolista de Primera en su nuevo club, Sol de América. Destacó que sabe que las botineras están al acecho, pero también que las sensuales señoritas no le ayudarán a salir adelante.
“Les voy a chulear como en la cancha. Realmente tratar de apaciguar con ellas, seguramente en su momento va a tocar también, van a meter presión y en ese momento voy a actuar de arquero para atajar todo”, comentó, soltando una sonrisa picarona.
Pagará deudas
El futbolista apodado por la afición como Terminator espera ansioso recibir su primer sueldo, con el cual quiere ayudar a su familia. “Ahora que va a entrar más platita quiero empezar a cubrir algunas cuentas. También hacerle descansar a mamá y a papá, que hicieron mucho para hacerme feliz jugando al fútbol, ni ellos pensaron que esto pasaría, siempre quisieron hacerme sentir bien”, agregó el goleador.
