Continúa la novela de Iván González Ferreira. En este capítulo, el futbolista tuvo una crisis nerviosa luego de ser descubierto por la mamá de la menor, ingresando a su residencia con su camioneta. Él fue derivado por sus familiares al Hospital Psiquiátrico. Así lo indicó el periodista deportivo Federico Arias, de la 730 AM. El jugador comenzó a quemar sus objetos personales en la vereda de su casa. Esto lo comentaron sus vecinos al abogado de la adolescente acosada, Abraham González, pero el letrado no quiso confirmar este hecho.
Al parecer toda esta situación de estrés lo llevó al límite. En comunicación con EXTRA, el doctor Víctor Adorno, director del citado centro médico, se reservó de hacer comentarios sobre este caso. “Por respeto al paciente y por confidencialidad no estoy en condiciones de brindar información”, apuntó el galeno.
Momentos bastante difíciles
EXTRA logró conversar con familiares de Iván González para obtener mayores datos sobre el estado de salud del atleta.
En este sentido, su hermano, el exjugador Julio González Ferreira, habló brevemente, pues varios periodistas deportivos ya comenzaban a dar pie a la noticia mediante las redes sociales y se le podía escuchar muy sentido con la situación del futbolista de Capiatá. “Nosotros ahora estamos acompañando a Iván, él está pasando por un momento difícil y supongo que cuando llegue el momento vamos a hacer declaraciones, estamos en un momento muy delicado ahora”, manifestó.
Cómo comenzó la novela
El embrollo se inició con una acusación de Iván Gónzalez hacia su amigo Antonio Franco, de que supuestamente el arquero tenía una aventura amorosa con su esposa Deini Molinas, dio un giro inesperado cuando Deini llegó a nuestro país con sus hijos desde Ecuador, donde se encontraba viviendo con Iván, y lo denunció por violencia doméstica. Ella negó las acusaciones de infidelidad en su contra y le solicitó el divorcio.
Posterior a todo el escándalo que surgió por el supuesto tesapo’ê que le hizo su amigo, el mismo Antonio salió a desmentir y amenazó con demandarlo por difamación.
Ya con la denuncia por violencia en su contra, Iván recibió una orden de prohibición de acercamiento a su ahora expareja, Deini. Por ende solo podía ver a sus hijos bajo supervisión, el abogado de la denunciante pidió que se le practique un examen psicológico al jugador.
Luego de casi un mes, Deini rompió el silencio y contó que fue víctima de violencia tanto psicológica como física por parte de su marido, que le quitaba el teléfono celular y la dejaba incomunicada durante su estadía en Ecuador.
Amenazó con pedir ADN
En junio, Iván fue fichado por el Deportivo Capiatá y parecía que las cosas se habían calmado, pero sale el pelotero a denunciar que hacía dos meses que no veía a sus hijos, además puso en duda la paternidad de su hijo menor, anunciando que pediría una prueba de ADN.
Molinas salió al paso de estas acusaciones y dijo estar dispuesta a hacer todas y afirmó que el niño es hijo de Iván, claramente ofendida por las dudas de su expareja. No obstante, el atleta nunca realizó la prueba de ADN.
¿Chatea aún con la menor?
Y para continuar con los escándalos, en agosto la madre de una menor de edad lo denunció por supuestamente acosar y hostigar a la joven de 17 años. A esto le sumó allanamiento de morada, ya que el pelotero entró a la residencia de la chica sin consentimiento de los dueños.
El 21 de agosto un juez le prohíbe a Iván González acercarse a la joven a menos de 300 metros, pero por lo visto que a este señor no le quedó muy clara la prohibición y el lunes volvió a ingresar a la casa de la denunciante. La madre de la menor vio la camioneta del pelotero en el patio de su residencia, por lo que llamó a la policía, pero Iván se retiró antes de que los agentes llegaran. Al ser interpelado por la mujer, alegó desconocer la orden de alejamiento. La madre de la muchacha radicó otra denuncia y solicitó que se le realice una evaluación psicológica al jugador.
Hasta el momento no se sabe si es que Iván González seguía en contacto con la menor.
Insistente
Según manifestó la denunciante, el volante zurdo es muy insistente. Cuando la menor lo bloqueó en WhatsApp, él comenzó a escribirle desde otro número. Cuando ya no pudo comunicarse con la joven comenzó a mensajearle a la madre, pidiéndole permiso para hablar con su hija, llevarla a la facultad, llevarle obsequios, etc.
Esta insistencia fue lo que alarmó a la mujer, que decidió ponerle un alto.
Sigue en pie la demanda
En comunicación con EXTRA, el abogado de Deini Molinas, Luis Ayala, comentó que no estaba al tanto de los nuevos acontecimientos que involucran a la expareja de su clienta. Por otro lado, manifestó que las causas abiertas en contra de Iván González siguen adelante, tanto el caso por violencia y como el juicio de divorcio. Además, manifestó que hasta el momento el jugador no violó la prohibición de acercarse a ella.