07 may. 2024

“El rey de la frontera” está de vuelta (pero se escondió)

Fadh Jamil, el “rey de la frontera”, está de vuelta. A sus 80 y alegando diversas enfermedades, intentó por segunda vez un recurso de hábeas corpus para guardar reclusión domiciliaria en su residencia, réplica de la mansión de Elvis Presley, en el lado brasileño.

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Pero el Tribunal Superior de Justicia (STJ) rechazó por segunda vez el pedido de libertad planteado dentro del proceso que se le investiga a Jamil como jefe de unos escuadrones de la muerte que operan en Mato Grosso do Sul y que actualmente pretende desplazar al grupo criminal PCC. Desde el 18 de junio último, Fadh y su hijo Flavio Correia Jamil Georges están prófugos en la causa.

Fachada de la residencia del

Fachada de la residencia del “rey de la frontera”, que es réplica de la mansión del “rey del rock”.

Jamil saltó en las noticias en nuestro país en los años 80, principalmente por el tema del contrabando y posteriormente en vinculación con el asesinato del periodista Santiago Leguizamón. Su hijo, Daniel Georges, desaparecido desde el 2011 y recientemente declarado muerto, fue involucrado en el crimen del comunicador. El viejo Fadh Jamil fue vinculado reiteradas veces con exponentes de la política paraguaya incluyendo el expresidente Cartes.

Los abogados del “rey de al frontera” alegan que el prófugo solo tiene 30% de su pulmón en funcionamiento y que debido a su edad se encuentra en el grupo de riesgo ante la pandemia. Alegan que su defendido sufre de una afección pulmonar obstructiva crónica, adenocarcinoma pulmonar (un tipo de cáncer), trastorno dinámico por colapso excesivo de las vías respiratorias, hipertensión arterial sistémica, dislipidemia, diabetes. mellitus y dolor lumbar degenerativo severo.

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Pero la justicia del vecino país considera que la prisión domiciliar es “inadecuada e insuficiente” para garantizar el orden público. La idea del antiguo contrabandista era pasar sus días en su mensión en Ponta Porâ, donde había regresado luego de estar varios años prófugo, refugiado en el lado paraguayo.

Jamil fue condenado a prisión en el 2005 por tráfico de drogas y otros delitos. Y solo volvió a su residencia después de lograr una absolución cinco años después. Todo transcurría dentro de la tranquilidad para él, hasta que en junio último fue envuelto en tráfico de arma y sospechas de participar de la venganza de un asesinato atribuido al PCC.