Malherido, pero bien vivo, acabó siendo Diego Alejandro Silva Medina.
El joven de 21 años, días atrás, ingresó al hospital regional de Encarnación tras recibir una estocada en el testículo izquierdo, durante una gresca en la penitenciaría de Itapúa, donde estaba recluido.
Pese a su delicado estado de salud, el muchacho vio la oportunidad perfecta para ganar la libertad por sus propios medios, cuando su custodio lo dejó por unos minutos solo, para ir al baño.
A su regreso, el agente se llevó tremenda sorpresa, al notar que el reo se había fugado. Las autoridades realizan un rastrillaje para tratar de recapturar al reo.