Marcelo Medina (32) llevaba una vida normal, trabajaba en una empresa como técnico en electrónica. Llevaba dinero a su casa y ayudaba a su hermana que heredó la enfermedad que sufrió su papá y que está prostrada en cama.
En 2015, en sus vacaciones, su jefe le llamó al celular y le dijo que lo necesitaba urgente. Marcelo se levantó de la cama e inmediatamente cayó al piso. “Sentí como que recibí un disparo, me desplomé en el piso”, recordó.
“Marce” desde ese día comenzó a sentir que la enfermedad (polineuropatía neurológica congénita) iba por él, pero el joven libró batalla. Medina ignoró los primeros síntomas de inmovilidad que sentía en las manos y parte de la pierna y siguió trabajando. En agosto del 2016 ya tenía ambas piernas y manos atrofiadas, tuvo que abandonar su trabajo.
Hoy, Marcelo, se moviliza con una silla de oficina con ruedas. “Me arrastro de la cama a la silla, así también voy al baño. Mi preocupación de todos los días es caer y que mamá no tenga fuerzas para levantarme”, dijo. Por eso comenzó a buscar en Internet la silla de ruedas con motor eléctrico, hasta que lo encontró en oferta en Clasipar.
“Esa silla es mi esperanza para poder seguir trabajando, todavía hago trabajos de electrónica gracias a un dedito, el meñique, que está sano. Con esa silla podré laburar, juntar mi plata y armar un quiosquito en casa para ayudar a mi mamá”, indicó Marcelo, que pide de corazón ayuda para juntar el dinero.
La silla de ruedas con motor, cuesta G. 8.000.000. Las personas que quieran colaborar con Medina para llegar a la meta, pueden hacer sus aportes realizando giros al (0981) 491-220. Su amigo, Alvaro Giménez, habilitó su cuenta bancaria para quienes deseen realizar transferencia a la caja de ahorro de Visión Banco Nº 2.034.248.
Marcelo, desea que la gente se comunique con él y que incluso lo visiten para corroborar que la historia de su familia es real.