La Subsecretaría de Estado de Tributación (SET) denunció ante la Fiscalía a Yolanda Park, Chipi Vera y Carlos Troche por usar facturas falsas para evadir impuestos.
Nota relacionada: SET denunció a Yolanda, Chipi y Carlos por usar facturas falsas
El jueves los periodistas deben presentarse ante la jueza Clara Ruiz Díaz en su audiencia preliminar con el objetivo de pedir el criterio de oportunidad, una salida procesal para evitar la imputación.
Los comunicadores ya tienen el camino allanado para zafar del caso debido a que aceptaron la culpa, pagaron millonarias multas y realizaron donaciones para reparar el daño a la sociedad.
La que más plata puso fue Yota, que había presentado 48 facturas mau por valor de G. 929. 412. 550. La SET le aplicó una multa de G. 185. 945.798, monto que en principio fue evadido.
Como cerecita de la torta la conductora de TV ofreció una donación de G. 60.000.000, totalizando de esa manera G. 245.945.798, una importante suma para librarse del caso.
La declaración indagatoria ante la Fiscalía de la periodista fue realizada el 10 de septiembre.
Su novio Chipi Vera y su colega Carlos Troche hicieron lo mismo. Entre multa y donación el relator de fútbol desembolsó en total G. 34 millones, mientras que el conductor de noticieros puso G. 16.147.159.
Lo metieron en el lío
El Ministerio Público explicó que los dueños de las imprentas mau montaron un esquema para producir 14.050 facturas falsas de distintas personas, trabajadores y locales de todo tipo, que no tenían idea de que usaron sus nombres y datos para chulear el pago de impuestos. El caso más grave corresponde a don Gustavo Barrios (54), un taxista de San Lorenzo que supuestamente emitió 38 facturas por más de G. 4.000 millones a los famosos y otras personas.
En charla con EXTRA el trabajador del volante dijo que todavía no sabe cómo lo involucraron en la megaevasión.
“Me sorprendió, me enviaron la notificaron la primera vez y no tomé en cuenta, después le pasé a un amigo abogado, me dijo: ‘Esto es grave, tenés que ir urgente’. Ellos fueron a buscarme a la parada de Itá, donde antes yo estaba. Personalmente el fiscal fue para buscarme, aclaro que fueron muy amables y les expliqué que yo no tenía conocimiento”, relató.
Ya en la oficina de la Fiscalía, Barrios pudo explicar que no tenía nada que ver con las facturas.
“Esa cantidad de dinero (4.000 millones) no entra en la cabeza de un mboriahu. Al ver las facturas ya dije ‘esta no es mi letra y tampoco mi dirección’, gracias a Dios ya me apartaron de ese caso. Pero me costó un millón de guaraníes presentarme con un abogado ¿Eso quién me va a devolver?”, reclamó.
El taxista asegura que ni siquiera el auto que conduce es suyo. También menciona que nunca los periodistas vinculados al caso subieron a su taxi.
“Yo no tengo factura legal, yo soy chofer de taxi, no soy propietario, no tengo auto. A esas personas yo nunca les vi (Yolanda, Chipi y Carlos). Imagínense a cuántas personas le involucraron en ese caso, le hacen pagar el pato a otra gente mientras ellos se llenan los bolsillos”, añadió.
La organización que está detrás del esquema realizó un fraude de 50. 368. 099. 534 guaraníes al Estado, unos 8 millones de dólares aproximadamente, según la Fiscalía.
Negaron emitir las facturas
Otras personas que supuestamente emitieron las millonarias facturas se presentaron a la Fiscalía para declarar desde el año pasado. Iván Ireneo Insfrán Rolón explicó: “Yo solo hice una factura a nombre de la Fundación Don Bosco y otra vez que vení mi auto en septiembre del 2019”.
Por su parte, Gabriel Valdez Rodas explicó que no hizo ninguna factura y que gestionó su factura solo para poder trabajar. Indicó que es funcionario del INTN (Instituto Nacional de Tecnología, Normalización y Metrología) y que su sueldo es de 2.400.000. Mientras que Miguel Malocevich aclaró que no tiene un local de venta de materiales de construcción como figuran en los papeles truchos. “Yo trabajo en la pollería de mi suegra y trabajo como plomero”, expresó.
Los periodistas se exponían a penas de 6 meses a 5 años de cárcel por evasión de impuestos, según el artículo 246 del Código Penal.