Un grupo de turistas paraguayos se llevó el susto de sus vidas, ya que fueron asaltados a mano armada en la noche de jueves, en la playa de Barra da Tijuca, en Río de Janeiro.
Un rapái, que pasaba minutos después por el lugar, filmó un video y lo subió en su cuenta @blitzRJoficial. En las imágenes se escucha a dos señoritas lamentándose porque se quedaron sin nada.
Llorando contaban que los malandros les apuntaron en la cara con armas. Un muchacho estaba con ellas.
Primero fueron auxiliados por un conductor brasileño, quien al parecer paró al ver a los jóvenes desesperados, pidiendo socorro. Las chicas lloraban del susto y decían que les robaron todo y que debían volver a Paraguay al día siguiente, o sea, el viernes.
El brasileño opinó en su video y dijo: “tenho vergonha de turistas violentados de pistola en la cara” (tengo vergüenza por los turistas que fueron asaltados y les pusieron las pistolas en las caras).
Pidió a las autoridades de Río poner orden y erradicar la delincuencia en contra de todas las familias y los turistas que visitan la ciudad.
NO REGALARSE
Aleide Calaca, directiva de Ñanduti Turismo, dijo a EXTRA que lleva desde hace años a grupos de viajeros a Río de Janeiro y que hasta ahora nunca sufrieron asaltos o robos.
Señaló que siempre recomienda a sus viajeros que no piensen que están en barrios de Paraguay.
Comentó que les dice que no deben tener cadenas, pulseras de oro o plata, relojes o celulares a la vista.
“También les recomiendo los horarios y las zonas donde deben estar, para no pasar malos momentos y, además, les pido que salgan en grupos si es posible”, indicó Aleide.
Añadió que muchos paraguayos salen por su cuenta y quieren ver las favelas (asentamientos precarios) de cerca, y allí corren riesgo de ser asaltados. “A veces se van a recorrer y llegan a zonas rojas sin saber”, dijo.
La señora contó que ellos llevan a los turistas a esas zonas, pero tomando recaudos. “Nos comunicamos con referentes de las favelas, ya que hay lugares declarados turísticos, ellos autorizan, nos reunimos con ellos para entrar al lugar, llegamos hasta ciertas zonas, sacan fotos, toman videos, se almuerza en locales, y se vuelve a salvo”, detalló Calaca.
Aclaró que hay partes donde no se puede sacar fotos, ni filmar o entrar.