Más de 50 personas se fueron esta mañana hasta la entrada del hotel Palma Róga de Asunción para despedir a Ronaldinho, que ya está vuela a su país luego de que la justicia paraguaya le haya dejado libre.
Eran cerca de las 11:20 cuando el astro del fútbol salió del edificio para entrar directo al auto de sus abogados e ir al aeropuerto Silvio Pettirossi, junto con su hermano Roberto de Assis Moreira.
Ambos abordaron un vuelo autorizado por el Consejo de Defensa Nacional (Codena).
La mitad de los fanáticos y curiosos se amontonaron hace rato alrededor del auto, pidiéndole autógrafos y selfies, pero “Dinho” no accedió a ninguna y cerró la ventanilla.
Los muchachis empezaron a cantarle “No se va, Ronaldinho no se va”, pero precisamente volar de acá era lo único que él quería luego de seis meses de estar encerrado por entrar al país con pasaportes mau.
Otros en tono kachiãi le dijeron “te olvidaste de tu pasaporte” y le invitaron a volver para farrear en San Bernardino.
El excampeón mundial obtuvo una suspensión condicional del proceso y acordó pagar 90.000 dólares americanos como “reparación del daño social” ocasionado.