Están perdiendo por goleada y parece que nunca van a ganar este partido.
Rodrigo Muñoz, portero del Ciclón, Osmar Molinas, pelotero del Kelito y Juan Manuel Salgueiro, miembro del cuerpo técnico de Olimpia, continúan buscando justicia.
Desde el 2015 libran una batalla legal contra Pablo Suárez y María Arce Odone, una pareja de empresarios con quienes cerraron un trato para la construcción de edificios, sin embargo nunca terminaron las obras. Los futbolistas los denunciaron por estafa y el perjuicio ronda los 800 millones de guaraníes.
Ayer por quinta vez se salvaron. La Jueza Penal de Garantías, Clara Ruiz, había decretado que el caso vaya a juicio oral y público, pero la Cámara de Apelación de la Corte Suprema actuó de oficio y ordenó que haya una nueva audiencia preliminar.
Antecedentes
Una de las abogadas del caso, Elena Delgado, quien representa a Osmar Molinas, contó al portal digital PDS los detalles del asunto y contó cuánta plata puso cada jugador.
En el caso del Popi Muñoz, el negocio comenzó con la compra de dos departamentos a través del “sistema pozo”. Mba’e he’ise péa. Que el golero azulgrana pagó por adelantado para que le construyeran.
En total, el uruguayo desembolsó US$ 256.760 (unos G. 1.725.427.200). Pero la obra quedó a medias y había sido la pareja comió toda la plata y vendió la construcción a un tercero sin el permiso de Muñoz.
El más perjudicado fue Osmar Molinas porque según consta en la denuncia, firmó un contrato para la construcción de un edificio. Invirtió 616.800 dólares (G. 4.144.896.000) pero la obra jamás comenzó, es más, dicen que armaron otras sociedad y transfirieron ahí el inmueble.
Por último, Salgueiro entregó la suma de USD 194.040 (G. 1.303.948.800) por dos departamentos del mismo edificio Cibera Park, pero también quedó en el oparei.
Hasta ahora los abogados de la pareja evitaron con chicanas que haya juicio oral.