La presencia de la selección argentina en Paraguay y, por sobre todo, la de Lionel Messi, movilizó a muchos fanáticos que se quedaron con las ganas de al menos verlo desde lejos ya que el bus que trasladó a la Scaloneta hasta la sede de la Conmebol estaba polarizado.
Solo algunos privilegiados que participaron del acto de homenaje a los campeones del mundo pudieron tomarse una foto y acercarle un regalo al crack de la Albiceleste. Este fue el caso de los hijos de Alejandro Domínguez, presidente de la CSF, que estuvieron como invitados especiales y aprovecharon la ocasión para que La Pulga agregue en su colección la camiseta franjeada. Al ser lógicamente hinchas de Olimpia, Ale y Máximo Domínguez le obsequiaron a Messi una casaca de su club personalizada con el apellido y la número 10.
La imagen de Lio con la piel del Decano se hizo viral en las redes sociales y hasta bromearon con que el mejor del mundo vendría para reemplazar al lesionado Derlis González.
Lo cierto es que los hermanos Domínguez lograron su cometido de que Messi pose y tenga en sus manos la camiseta del Rey de Copas.