No en vano los hinchas de los países balcánicos son catalogados como los más bravos de Europa y una prueba más de ello fue lo ocurrido en Eslovenia, donde le dieron una particular “bienvenida” a un entrenador.
El Olimpija de LJubljana, el club que en castellano suena grosero pero en esloveno se lee de la misma forma del nombre del Rey de Copas, presentó hace un par de días al exjugador español Albert Riera como nuevo DT tras la destitución de Robert Prosinecki. El cambio de timón no agradó para nada a los aficionados, especialmente a unos 20 ultras que irrumpieron en la sala de prensa de forma agresiva e intimidante, algunos hasta cubriéndose la cara con pasamontañas para desafiar todo mal a los directivos y al estratega entrante, que fue forzado a retirarse del lugar.
Antes de escandaloso hecho, Riera pudo responder al menos una pregunta en la que fue consciente de que le costará ganarse el cariño y el respeto de los hinchas.
“No puedo esperar que me amen desde el primer día, no puedo prometer que ganaremos todos los partidos, pero puedo prometer que trabajaremos profesionalmente y con pasión. El objetivo es mejorar a cada jugador individualmente y tratar de hacer el mejor fútbol de Eslovenia”, expresó el estratega.
Hoy, en su debut, no le fue tan bien que digamos porque el Olimpija empató como local 1-1 con Differdange 03 de Luxemburgo por la primera ronda de la Conference League.