05 nov. 2025

“Mi marido ya no tiene tiempo ni para tener sexo conmigo”

Camila contó que su pareja trabaja demasiado, anda muy cansado y hasta “le falla”.

pareja.JPG

Ilustración

Tengo 38 años y me llamo Camila. Hace diez años que estoy casada con Martín, un hombre que siempre fue trabajador, responsable y cariñoso. Pero desde hace un tiempo siento que algo entre nosotros ya no está funcionando como antes.

Creo que la rutina no está teniendo mal. Antes solíamos hablar hasta tarde, veíamos pelis, salir a cenar los fines de semana, de todo un poco. Ahora, en cambio, casi no coincidimos ni en la mesa ni en la cama y todo por su trabajo.

Todo comenzó cuando empezó a trabajar en una empresa de esas que trabaja para comercios y centros comerciales grandes, ellos solucionan goteras, cambian el blindex, todo ese tipo de problemas. Y si hay un inconveniente de madrugada, ellos van a auxiliar.

No puedo negar que desde que empezó a laburar ahí nos va mucho mejor en lo económico y hasta nos sobra porque ahora ya está como jefe. Pero el precio que estamos pagando como pareja es alto. Tenemos una hija de 8 años, ni si quiera puede disfrutar de su hija.

Mirada vacía

Marín llega a casa con la mirada vacía, cansado que apenas tiene fuerzas para bañarse y dormir, y obviamente con un humor que ni les digo, no quiere ni que le dirija la palabra de tan cansado que está.

Al principio traté de comprender, que era por nuestro bien y demás. Sabía que estaba bajo presión, y me repetía que solo era una etapa. Pero esa “etapa” ya lleva más de dos años. Intento acompañarle, le pregunto cómo estuvo su día, mientras le sirvo la cena, pero sus respuestas son cada vez más cortas. Si intento hablar de nosotros, de cómo estamos, enseguida cambia de tema.

Me cuesta mucho también conseguir que tengamos intimidad. Dice que está cansado, incluso ya no le funciona a veces, y a mí solo me da miedo de que me esté dejando de querer.

Pensé también en hablar claro con él, incluso sugerir terapia. Pero tengo miedo de que tome mal, o que diga que estoy exagerando. Yo lo amo, pero también necesito sentirme amada, deseada, parte de su vida.

Eso sí, cuando está descansado es todo más conversable, da gusto, bromeamos, hablamos, pero son contadas las veces, es cuando tiene un día libre completo y durmió bien por ejemplo, por eso es que creo que es el cansancio realmente, pero hay una gran distancia entre ambos ¿Qué está pasando? ¿Qué puedo hacer?

La respuesta:

Entiendo que estás viviendo una situación muy común en las parejas cuando uno de los dos se ve absorbido por el trabajo y la rutina. No se trata necesariamente de falta de amor, sino de un desgaste emocional y físico que termina afectando la conexión y la intimidad. Martín parece estar saturado y su cuerpo le está pasando factura, por eso se muestra distante y sin energía. Pero al mismo tiempo, vos estás cargando sola con la necesidad afectiva, y eso también duele y desgasta. Hablar del tema con empatía, sin reproches, puede ser un primer paso importante. No desde el reclamo, sino desde la preocupación y el deseo de recuperar la cercanía. Elegí un momento tranquilo, cuando lo notes más receptivo, y contale cómo te sentís, sin culparlo. Podrías también proponerle espacios pequeños de conexión —una cena, una charla antes de dormir, un paseo con su hija— que no le demanden demasiado esfuerzo. Si él lo permite, la terapia de pareja sería ideal, pero si no, empezar vos sola podría ayudarte a manejar mejor la situación.

Psicólogo, sexólogo, especialista en parejas.