23 oct. 2025

“Mi esposa es agresiva, pero cuando cuento nadie me cree”

Andrés dijo que su lapa suele ser agresiva de la nada y él solo trata de defenderse.

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Ilustración

Por mucho tiempo me callé. No porque no quisiera hablar, sino porque cada vez que traté de contar lo que me pasa nadie me tomó en serio, y también porque al contar es como que soy menos macho.

Soy Andrés, un hombre de 38 años, casado hace siete. Desde afuera, mi vida parece normal: trabajo, tengo casa, y una esposa que todos la ven como muy “tranquila” y “buena mujer”. Pero puertas adentro, la historia es otra.

Mi esposa es violenta, pero solo conmigo, solo cuando estamos solos. No sé cómo explicar. Está de lo más cariñosa luego, nambre, pero de repente, en una discusión mínima, más cuando es por celos, cambia por completo. Me empuja, me araña, me da cachetadas. Varias veces me pegó fuerte. Siempre me deja marcas en la espalda, o en el brazo.

Yo trato de contenerla, de atajarle las manos, pero tampoco quiero lastimarla, soy un caballero, no puedo tocar a una mujer. Entonces me suelto, me alejo, me encierro o salgo de casa.

Menos hombre

No me siento menos hombre por admitirlo, aunque sé que muchos lo ven así. Una vez le quise contar a un amigo de confianza, bueno, le conté luego, pero él se mató de la risa, se burló prácticamente de lo que me pasaba.

Me dijo que no podía ser que una mujer me maneje así, que “cómo vas a dejarte”. No entendió que no se trata de eso. No quiero pegarle ni responder con violencia.

Quiero que deje de hacer eso y que entienda que necesita ayuda ya, no es normal. Ella la verdad no es mala persona, pero vio violencia en su casa y está repitiendo eso.

Separación

Ya pensé en separarme muchas veces, pero siempre me convence de quedarme. El tema es que demasiado le quiero. Me pide perdón, llora, me dice que no sabe qué le pasa. Pero siempre vuelve a lo mismo, siempre es violenta otra vez. Eso que tenemos dos niños.

Nunca imaginé estar en esta posición. Crecí con la idea de que el hombre debe proteger a su familia, pero nunca creí que yo debía protegerme de mi esposa. La verdad que me tiene muy afligido, porque sé que no es saludable, pero la amo.

No quiero que esta situación afecte a mis hijos también. Pienso nada más que si nos separamos, la ley le va a dar prioridad para que vivan con ella, y entonces no podrán venir conmigo.

Me preocupa dejarlos en esa situación, pienso mucho en ellos principalmente ¿Es posible que cambie con terapia? ¿Cómo puedo hacer para que acepte que necesita ayuda? Estoy muy desorientado y no sé qué hacer.

La respuesta:

Hola, es muy valioso y valiente de tu parte que compartas tu vida. Realmente, la terapia psicológica le va a hacer bien si ella quiere cambiar. Tiene que darse cuenta de que la violencia no lleva a nada bueno y que, en algún momento. Esto se va a terminar, porque te vas a cansar. Si ella no quiere ir a terapia, podés ir vos primero. ¿Por qué? Porque la violencia hacia otro ser humano tiene sus consecuencias psicológicas, y puede que necesites ayuda para afrontar el proceso. Tal vez, de ese modo, ella se anime a ir contigo o empiece a cambiar su actitud hacia vos. Ahora es el momento, ya que todavía la querés.

Psicóloga Clínica