08 dic. 2025

“Mi novio me hace problemas por mis farras de fin de año”

Tamara contó que su chico’i le reclama tiempo y es muy celoso.

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Ilustración

Soy Tamara, tengo 28 años. Nunca imaginé que diciembre pudiera sentirse tan pesado y tan emocionante al mismo tiempo.

Todos los años hay farras, pero este se fue al extremo, lo reconozco. Entre la fiesta del exa, la del trabajo, la de mis amigas del gym, con mis excompañeras de danza y un par más, de repente tengo casi todos los viernes y sábados ocupados.

Y sí, quiero ir a todas. No porque sea fiestera compulsiva, sino porque cada grupo es un pedacito de mi vida, de mi historia, de cosas que me hacen bien. Quiero ir y punto.

El problema es que a mi novio no le cae nada bien este calendario social. Y ahí es donde empieza mi tormenta mental.

Él y yo nos conocimos hace dos años en el cumpleaños de una amiga en común. Yo estaba bailando sin parar, cuando él se acercó, lo vi tímido.

Ese día hablamos, nos reímos, intercambiamos números y empezamos a salir. Al principio era todo tan ligero.

Energía

Él mismo decía que le encantaba mi energía, lo independiente que era, mis mil actividades. Siempre me repetía que yo tenía una “luz propia” que lo atraía.

Pero últimamente, cuando digo que tengo una fiesta más, su reacción cambia. Se pone tenso, me hace caras, y más de una vez soltó comentarios que molestan: que parece que prefiero estar en cualquier lugar antes que con él, que seguro hay “alguien” en esas farras, que él ya no sabe dónde encaja.

La mayoría de estas salidas caen viernes o sábado, justo los días en que solemos vernos, y aunque yo trato de organizarme para estar también con él, no falta el drama o la discusión.

Lo que más me molesta es que yo jamás le puse límites así. Él sale con sus amigos cuando quiere, tiene noches de fútbol, asados, salidas espontáneas, y nunca le reclamé nada.

Siempre pensé que en una relación sana uno no tiene que pedir permiso para vivir su vida. Y sigo creyéndolo, y confieso que a veces me canso intentando calmar sus celos y sus inseguridades.

No quiero tener que decidir entre las personas que formaron partes distintas de mi historia y él, que hoy es parte central de mi presente.

¿Qué piensa de todo esto?

La respuesta:

Tamara, lo que estás viviendo no es un exceso de salidas, sino un desajuste en las necesidades emocionales de la relación. Vos mantenés intacta una parte de tu identidad: tu vida social, tus vínculos y ese movimiento que es parte de tu esencia y él está atravesando inseguridades que antes no aparecían, y hoy las proyecta en forma de reclamos. Tu agenda no es el problema, sino el significado de ella, para vos, estas fiestas son pertenencia, historia y disfrute, mientras que para él, son ahora una amenaza. Y por eso reacciona desde el miedo. No “elijas”, porque una relación sana no exige renunciar a lo que te hace bien, sino aprender a negociar tiempos y necesidades. Podrían conversar empáticamente, explicando qué representan para vos estas actividades, pero también escuchando qué siente él, validar los celos definitivamente no, pero sí la emoción que hay detrás.
Las parejas crecen cuando logran hacer espacio para dos mundos. Si pueden hablar sin acusaciones, acordar momentos de calidad juntos y trabajar la confianza, este diciembre puede convertirse en una oportunidad para redefinir la relación con más madurez y menos miedo.

Psicóloga clínica- Psicoterapeuta