Un susto de la gran flauta se dieron bien temprano ayer los vecinos del nicho de Cinthia Carolina Escobar, de quien cuentan aparece su alma en pena en las cercanías de donde tiraron su cuerpo descuartizado.
Ña Adela y ña Claudia, dos lugareñas que viven en el barrio El Progreso de Villa Hayes, escucharon extraños quejidos que venían de hacia el nicho de la finada y se les puso la piel de gallina, ya que las supuestas apariciones ocurren en los días de lluvia o en la noches frías cuando hay poca gente en la calle.
Llamaron al 911, pero los agentes no llegaban y los lamentos seguían.
Nadie se animaba a salir a mirar por miedo y porque era oscuro aún a eso de las 6:00 de la mañana, y estaba lloviendo.
Entonces, el extraño caso fue compartido en un grupo de WhatsApp de alerta del vecindario.
La idea era ver si alguien se animaba a ir a revisar de qué se trataba el extraño ruido que se escuchaba cerca del nicho.
Finalmente, los policías llegaron y encontraron a un joven tirado al costado del nicho, lamentándose y pidiendo que Cinthia Carolina vuelva.
Al parecer, el muchacho tenía ciertos trastornos mentales, se tapó con una frazada negra y se acostó en el sitio donde había sido hallado el cuerpo de la chica.
Los agentes llevaron al hombre a la comisaría para protegerlo del frío y la lluvia.
Tocó su puerta
Rosana Velaztiquí, licenciada en Psicología, es una de los tantas personas que aseguran que el alma de Cinthia Carolina suele hacer cosas raras en la zona.
La psicóloga recordó en entrevista con EXTRA que, cierta noche, alguien tocaba la puerta lateral de su casa y que los perros ladraban.
Ella preguntó quién era y nadie le respondió. Luego, junto con su hermana, abrió la puerta y no había nadie.
Al cerrar, escucharon que nuevamente alguien tocó y ella le dijo “Cinthia, dejá de molestar”, y allí se acabaron las situaciones extrañas esa noche.