Agosto fue el mes en que todo cambió en la vida de la familia sanlorenzana. La mujer de 40 años y sus cuatro hijas empezaron a vivir el momento más duro de sus vidas, cuando un espíritu supuestamente se apoderó de una de sus hijas.
Luego de un mes de internación en el hospital de clínicas, la niña ya no pudo volver a clases. Ella misma se negó a hacerlo.
“No puedo estar así con mis compañeros”, repetía a su mamá la supuesta poseída. Con antecedentes de epilepsia, durante algún tiempo la pequeña parecía haber superado aquella etapa. Pero su nuevo cuadro era tenebroso.
“Le llevé a la Iglesia, tenía una voz rara, aullaba como animal, se ponía dura y sus manos al revés. Me desesperé y le llevé a la iglesia”, dijo la mujer.
Un sacerdote le recomendó ir con un exorcista, pues sospechaba que un espíritu maligno se apoderó de ella. “Empezó su crisis y ella misma me dijo que no podía ir así. Hablé con la directora y le dije que iba a sacarle de la escuela”, recordó.
Pero la profe le insistió en que su hija no podía perder el año y le aconsejó llevar las tareas a casa. Así terminó el año.
Quince días atrás, empezó el calvario con otra de sus hijas, una menor de 7 años. “Me dijo que vio una chica sin ojos sangrando, tenía alas y uñas con pelos. Acariciaba a su hermana del cuello”, relató.
Recitaba la visión del infierno de Sor Faustina, desde entonces, no se separa de su rosario. “Cada vez que les da su crisis les rezo, pero siempre vuelve”, apuntó.
Un sacerdote les recomendó salir de la casa porque ahí ya había muerto una criatura.
Le obligó
La doña relató que su hermana mató a su sobrinita de 7 años hace como 30 años. “Ella no se fue a la cárcel porque le declararon demente”, indicó.
Relató que se la internó en el hospital psiquiátrico y que, cuando estuvo recuperada, contó la verdad. “Dijo que alguien detrás suyo le decía ‘emombó (tirale)’ y por eso le lanzó al pozo”, refirió la dueña de casa.
Así veía al infierno Sor Faustina
Santa Faustina Kowalska fue una religiosa polaca de las Hermanas de Nuestra Señora de la Misericordia que recibió varias apariciones de la Divina Misericordia de Dios.
En sus visiones, Jesús le permitió ver el purgatorio, el infierno y el cielo.
En un retiro de ocho días vio varios tormentos, desde la privación de Dios, hasta el castigo por los pecados.
Según sus visiones, el tormento del pecador se mide por los sentidos.
“Cada alma pasa por sufrimientos terribles e indescriptibles, relacionados con el tipo de pecado que ha cometido”, fue el mensaje que dejó Sor Faustina a la humanidad.
Les visitaron los de Niñez
En la tarde de ayer llegaron hasta la vivienda de la mujer funcionarios del Ministerio de la Niñez para dar apoyo a la familia. Les ofrecieron darles seguimiento profesional a las niñas.
La mamá de las niñas afirmó que no quiere dejar su casa. Que es todo lo que tiene y trabaja únicamente limpiando casas. “Yo solo quiero ayuda de la Iglesia para sanar mi casa”, indicó.