“Por fin mi hija podrá descansar en paz”, dijo don Ramírez, papá de Angélica Ramírez, la mujer que fue enterrada en una exmatadería de Coronel Oviedo porque no quisieron recibirla en ningún cementerio debido a que había sospechas de que falleció por COVID-19, en abril; incluso, vecinos se manifestaron para que no la lleven al camposanto.
Después de 7 meses y 11 días, la familia consiguió la orden judicial para la exhumación del cuerpo. A las 05:30 de este miércoles, los trabajadores de la funeraria Santo Domingo, familiares y funcionarios de la municipalidad llegaron hasta la zona de Pasito y sacaron el cajón con ayuda de un tractor, informó TV Aire-Coronel Oviedo.
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Luego colocaron el cuerpo en otro ataúd y lo llevaron al cementerio de la ciudad de Coronel Oviedo, Caaguazú, donde finalmente podrá descansar Angélica.
La mujer no murió por el virus; esto se pudo comprobar luego de pruebas forenses y laboratoriales, por lo que desde entonces, sus familiares pedían poder llevarla a un cementerio. “Ahora ya vamos a poder visitarla y sus hermanos sabrán dónde está enterrada”, dijo don Ramírez.
Por otra parte, el señor manifestó que no siente enojo por nadie, refiriéndose a los vecinos que se manifestaron para que su hija no sea enterrada en el cementerio.
Los gastos de los trabajos quedaron a cargo de la comuna local.