En principio, Julián Tomás Ayala fue blanco y principal sospechoso de un caso de supuesto abuso a su propia hijita de un año y siete meses, pero resultó un mal diagnóstico.
Una médica del Centro de Salud de Mauricio José Troche de nombre Laura Rivera había diagnosticado de ser abusada por las características que tenía las lesiones en las partes íntimas.
Ayala habló y dijo que desde que llevó a su hija a su casa, con quien conviven los fines de semana, ya se fijó que tenía irritada sus partes por el pañal. Dijo que le avisó a su mamá y ésta le dijo qué remedios tenía que ponerle. Ese domingo, las lesiones se veían más serias, por lo que le llevó nuevamente a la casa de su mamá.
“No me avisó (la mamá) nada de que le llevó a Troche. Ese lunes cuando le llamé y le pregunté cómo seguía la criatura, me dijo que se le tocó. Ahí le dije, cómo que se le tocó, si yo ni le miro mal, no era posible, no le descuidé ningún momento”, expresó el hombre.
Dijo que casi le dio un patatús del susto y fue directo al centro de salud. “Cuando llegué me mandaron a la comisaría y ahí encontré mi nombre en la denuncia. No entendía nada. Cuando ella se baña, le doy a mi mamá para que se bañe, eso no va a pasar en nuestro barrio, no salimos luego nosotros”, comentó.
Terrible error
Finalmente, el diagnóstico cambió cuando se le hicieron nuevas pruebas a la menor en Villarrica y se confirmó que efectivamente era una irritación por el pañal.
“Pero yo ya me quedé mal con este tema. Perdí mi trabajo, yo ya pensé que me iba a ir a la cárcel, que me iban a fundir y más o menos igual, porque mi dignidad se pisoteó”, dijo con la voz entre cortada don Tomás.
Lamentó que los profesionales no estén preparados para realizar este tipo de diagnóstico.
“Yo quiero que la doctora diga en público que se equivocó, porque me perjudicó mucho. Quiero que mi nombre se limpie, aunque creo que ni con toda la plata del mundo se va a poder limpiar”, finalizó el hombre.
Agregó que ahora esperarán nueva resolución de régimen de relacionamiento de visita con su hija.