Ocho años pasaron del momento más difícil de la vida de Luis Peralta, pero pese a los años, la cicatrices siguen más vivas que nunca, en una eterna lucha por recuperar a su hijo. El hombre, en contacto con radio Monumental contó los sucesos que marcaron su vida en el año 2011, cuando nació el bebé y a los pocos días, perdió a su mujer.
“Mi señora tenía problemas en el corazón y el embarazo le estaba afectando. A los siete meses le sacaron el bebé porque ya le era pesado a su corazón. En el hospital de Itauguá se le sacó la criatura, como no había terapia ahí conseguimos en el hospital San Pablo de Asunción y le llevé”, relató el hombre.
Mientras su bebito se desarrollaba en una incubadora al cuidado de su padre, la madre se recuperaba en Itauguá. A los quince días una falsa mejoría le dio el alta y ella fue hasta Asunción para encontrarse con su criaturita. Entonces, el padre decidió volver al trabajo.
“Yo era camionero y me fui de nuevo a Chile”, continuó. Estancado por la nieve, el hombre intentaba llegar a Santiago, cuando recibió una llamada de su mujer, una semana después de su partida. “A la mañana yo hablé con mi expareja y a la tarde ya me llamó su hermana para decirme que ella falleció”, contó.
Luis tuvo que retomar su camino hacia Asunción y un pedido de su suegra marcó el comienzo de su desgracia. “Mi señora falleció a los 23 días. Cuando volví, le reconocí un mes después de que haya nacido y quedamos en común acuerdo de que apenas terminara el rezo, me iba a entregar a la criatura. Desde ese día, mi exsuegra no me quiere entregar a mi hijo”, lamentó.
Él tuvo que conformarse por muchos años con verle de tanto en tanto, pues la justicia nunca escuchó sus reclamos. Refirió que mediante una jueza, la abuela volvió a reconocer al niño como su hijo y él ya nada pudo hacer.
“Yo me enteré cuando mi exsuegra le trajo a mi hijo y le mostró la cédula a mi señora. Yo le reconocí como Peralta y tiene García Gamarra de apellido ahora y a mí nadie me notificó”, afirmó. Agregó que los papeles son ilegales, debido a que él tiene en su poder el nacido vivo y la primera partida de nacimiento que se le hizo al niño cuando era un bebé.
El hombre empezó a perder la vista desde hace cuatro años, luego de un accidente de tránsito en Brasil.