Acusan a un hombre de 64 años, quien sería su patrón.
En un colectivo abandonado del distrito de Jesús, Itapúa, vivía una adolescente de 13 años, embarazada, luego de un abuso sexual que sufrió por parte de su patrón de 64 años de edad.
“Mi esposo murió y no podía con mis cuatro hijos, por eso le di mi nena mayor a una familia, se fue a trabajar como empleada. La señora me dijo que la cuidarían”, contó la mamá de la víctima.
Un día, la menor llamó a su mamá y le contó lo ocurrido. La señora fue hasta la casa, enfrentó al degenerado y sacó a su hija de la vivienda. El hombre amenazó con matarlas si volvía a verlas por Obligado. Por temor, ellas fueron al distrito de Jesús, a unos 300 metros de la zona urbana. Allí tomaron el micro como una vivienda durante cinco meses. La familia dormía en el herrumbrado piso de metal, sin nada más que algunas sábanas.
Mientras la mamá salía a hacer changas como limpiadora, la adolescente embarazada quedaba en lo que resta del micro. Cocinaba para sus hermanitos en carbón y latas, porque no contaban con cubiertos.
El caso se hizo público cuando la menor fue al centro de salud y los médicos realizaron la denuncia. La Codeni se encargó de que la menor quede en un hospital, donde recibe asistencia integral. La mamá y sus hermanos fueron recibidos en la casa donde trabaja como empleada.
Tiene cerca de cinco meses, la adolescente no recuerda cuándo fue su último período. Luego de una larga conversación me dijo que fue abusada y que estaban viviendo en el colectivo, inmediatamente denuncié el hecho. El bebé tiene un peso ideal y la mamá está sanita”, doctora Laura Riveros.