El domingo a la tarde, su concubino, Lucio Chávez le dijo para ir a comprar nafta, a la vuelta, ella vio unas guayabas y se quedó a arrancarlas y miró hacia la casa como para pedir permiso al dueño. Este hecho despertó celos en el señor y al llegar a la casa comenzó el martirio.
La señora M. G. relató a Caaguazú Noticias los momentos de terror que vivió en manos de su pareja. Según mencionó, él pensó que ella estaba “novilleando” por otro, por lo que al llegar a la casa casi la asfixió con un trapo.
“Yo le empujé y le eché, ahí él se levantó y con un palo comenzó a pegarme por la espalda hasta no poder más. Le grité que ya basta, pero no me hizo caso, me obligó a abrir las piernas, sacó mi pollera, la ropa interior y me volvió a pegar por la nalga y el cuarto”, relató la mujer.
En un momento dado, el hombre agarró las ropas de la doña y fue hacia la parte trasera de la casa, las tiró y les prendió fuego. “Me dijo que a la vuelta venía a matarme. Yo rezaba en todo momento y escuché que alguien me decía para salir afuera, salí y comencé a correr, entré donde hay muchas tacuaras. Llegué a la casa de una vecina a la que le pedí socorro, me prestó ropa y me hizo acostar en su cama, luego llamó a la policía”, relató.
La mujer tuvo fractura de brazo y del dedo del pie, además de moretones en la nalga, muslos, brazos y cara.
Por su parte, el hombre fue detenido por la policía y en una entrevista dijo que estaba arrepentido de lo que hizo y quiere que la doña le perdone. “Porque te quiero nomás M. te pegué”, manifestó el don.