Mario Abdo Benítez dio sus primeras palabras tras conocerse su victoria en las elecciones generales. En un tibio primer discurso como presidente electo del Paraguay, prometió trabajar para construir un país unido, reconciliado y donde reine el perdón.
Dijo que el pueblo votó por la unidad del país y no por la división. “Nuestra democracia ha dado ejemplo. La democracia está consolidada. El pueblo ha hablado libremente. Me comprometo a construir un Paraguay unido y reconciliado”, expresó.
En otro momento, agradeció a los funcionarios públicos, a los punteros que trabajaron por su campaña, a las personas de la tercera edad y a los electores que asistieron en sillas de ruedas a cumplir con su compromiso cívico.
Se acordó de su papá, el cuestionado Mario Abdo, quien fue secreatario del dictador Alfredo Stroessner y a quien describió como un “gran colorado”. Dijo que va a trabajar con honestidad, seriedad y mucho sacrificio. “Desde hoy se acabaron las divisiones estériles, se acabó el debate”, expresó, asegurando que su gobierno logrará la unidad de los ciudadanos.
También dio las gracias a los dirigentes de su partido, que fueron la columna vertebral de su triunfo. “El Partido Colorado se enfrentó a una gran alianza, todos unidos contra el partido”, expresó. Marito ganó con el 46,45% de los votos (1.202.167) en unas reñidas elecciones en el que Efraín Alegre, de la Alianza Ganar, quedó con el 42.73% de los votos (1.105.829).
Santi fue ovacionado
El excandidato Santiago Peña fue uno de los más ovacionados durante el festejo colorado. "¡Olé, olé olé, olé. Santi, Santi!”, le gritaron.
Abdo le agradeció por el apoyo a él como también al presidente Horacio Cartes, líder del movimiento Honor Colorado. Además, reiteró que la salud del Paraguay depende de la unidad del pueblo colorado.