09 may. 2024

Maestra ména: “Nosotros hacemos todo en la CASA”

Un bloguero cuenta su historia de cómo es estar casado con una profe.

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Así se llama el espacio para que los señores cuenten sus vivencias. Según la página, es para conocer la realidad cotidiana de un rol subvalorado.

Ilustración

Hablando con su esposa, maestra del primer grado, se enteró de que el 50% de las parejas de las docentes son “gerente de hogar”. Fue así que se le ocurrió hacer su blog: Soy Maestra Ména ¿Y qué?

Desde ese espacio quiere contar los que “callan los esposos de las profesoras”.

“Ese es un mantenido”, “Se ganó la lotería”, “Arriero tavy maestra ména”, son algunas frases picantes que suelen decir los vecinos sobre las parejas de las docentes.

“Fui investigando la frase maestra ména y de otras similares. En el diccionario de Paraguayología vi algunos conceptos”, contó el bloguero que prefirió el anonimato.

SU HISTORIA

Es de Lambaré. Lleva 12 años de casado con su esposa. Ella es profe del primer grado. Él es universitario, periodista.

“Yo estoy todo el día en casa. Trabajo freelance para agencias internacionales. Hablo poco con los vecinos, sé lo que dicen de mí, pero no me importa”, dijo el entrevistado.

Cuando le miran viniendo con las bolsas del supermercado, algunas miradas y cuchicheos hay al respecto.

“Es cuestión de cultura. No estoy para dar explicaciones a nadie. Si quieren decir por mí maestra ména, pues que lo digan”, acotó.

Comentó que en la casa hace todo una vez que termina sus trabajos profesionales. Limpia, lava, plancha, hace las compras y cuida de su suegro, una persona ya muy mayor. No tienen empleada.

“Nosotros no tuvimos hijos. Nos conocimos cuando tuvimos 40 años y pico”, indicó.

En medio de eso su suegra padecía de Alzheimer, él le cuidaba mientras su señora trabajaba. Años después, murió.

“Con el salario de mi esposa, la jubilación de mi suegro y lo que yo gano siendo trabajador independiente, nos alcanza bien para vivir”, añadió.

MANO DERECHA

El entrevistado comentó que su señora sale a las 6 de la mañana y vuelve cerca de las 19 (tiene doble turno).

“Todos los días le llevo el almuerzo bien calentito. A veces se olvida de las cosas para la clase del día y me escribe por WhatsApp para que le acerque. Ya me voy sobre mi moto y le llevo todo”, detalló.

El bloguero afirmó que una profesora sin la ayuda de su esposo en la casa, le iba a ser imposible realizarse como docente, porque es una profesión que absorbe mucho tiempo y paciencia.

“Mi esposa no podría estar tranquila trabajando si era otra la situación. Pero me tiene a mí. Ando detrás de ella todo el tiempo y le cuido a mi suegro, a nuestros dos perros y un gato”, destacó.

Contó que también colabora con su esposa para hacer carteles didácticos, dibujitos, adornos, todo lo que hace a la enseñanza del primer grado. “Somos un matrimonio feliz”, afirmó.

Todos los maestra ména que quieran contar su historia pueden escribir al correo: maestramenapy@gmail.com.

En el blog Soy Maestra Ména ¿Y qué? (maestramenapy.wordpress.com) Ahí irá alzando las historias.

Otro trabajo

El esposo de una docente, de San Lorenzo, relató que aparte de hacer todo en la casa, asiste a las reuniones de padres.

“Las profesoras también son mamás y no se pueden ir la reunión de padres, entonces nos vamos los esposos”, comentó.