Los casos de sextorsión caratulados como “amarres” desataron una verdadera lluvia de denuncias en los últimos días.
El oficial Erwin Cáceres, portavoz del Departamento Antisecuestro de la Policía Nacional, confirmó a EXTRA que reciben llamadas casi todos los días de personas que aseguran haber caído en la misma trampa de los tarotistas truchos.
“La mayoría de las denuncias son de mujeres, aunque también recibimos el caso de un hombre. Todos relatan la misma forma de operar”, explicó Cáceres.
Sin embargo, aclaró que hasta ayer solo 4 de los afectados se animaron a formalizar la denuncia por escrito. La razón: miedo o vergüenza.
Una de las víctimas llegó a pagar más de G. 17 millones para evitar que sus fotos y conversaciones íntimas se hicieran públicas, pero las autoridades están seguras de que otras llegaron a pagar incluso más.
Por Facebook
Según el oficial, los estafadores primero ofrecen sus servicios “sobrenaturales” para atraer o recuperar el amor de alguna expareja. Publican anuncios en Facebook prometiendo resultados rápidos, “protección contra infidelidades” o “éxito en el amor y el trabajo”.
Al principio cobran montos bajos, desde G. 500.000, para ganar la confianza del cliente. Luego, los contactan por WhatsApp desde números extranjeros y los manipulan aprovechándose de su vulnerabilidad.
Para empezar el ritual, les piden sus datos y los de la persona que debe ser “amarrada”. Como el trabajo no funciona, los convencen de que, para que el payé sea más poderoso, deben enviar fotos íntimas.
Piden plata al ex
“Exigen fotos y videos en ropa interior, haciendo poses con velas alrededor y, cuando ya tienen ese material, comienzan las amenazas. Si la víctima no paga lo que le piden, dicen que le van a contar todo al otro involucrado”, explicó el uniformado.
Un denunciante contó que no llegó a enviar fotos, pero igual fue intimidado. “Como no tenía la foto para presionarle, el estafador le dijo que igual iba a ganar porque le iba a pedir plata a su expareja a cambio de revelarle quién le estaba haciendo brujería”, detalló Cáceres.
Las víctimas son, en su mayoría, gente de entre 20 y 35 años, de diferentes puntos del país. Las autoridades no descartan que los delincuentes, aunque llamen desde la cárcel, reciban ayuda de cómplices, ya que los números desde los que contactan son internacionales.
Recomendaciones
Desde el Departamento Antisecuestro dieron algunos consejos para no caer en manos de ningún tipo de estafador.
Mantener un perfil bajo: Poné tus redes en modo privado y aceptá solo a gente que conozcas de verdad.
Desconfiá de los extraños: Si alguien te escribe prometiendo “trabajos” milagrosos o queriendo algo sentimental sin conocerte, cortá enseguida.
Avisá en casa: Hablá con tus hijos o con los abuelos sobre estas estafas para que sepan cómo actuar si alguien los amenaza o les pide plata.
Recordaron además que cualquier intento de extorsión se puede denunciar gratis y de forma confidencial al número 377, disponible las 24 horas.
Ojo con el “secuestro virtual”
Además de la sextorsión, desde la unidad también advirtieron que crecen los casos de secuestro virtual, donde los estafadores hacen creer a las víctimas que un familiar fue raptado para obtener dinero de manera rápida. En estos casos, los delincuentes se aprovechan de datos que las personas publican en redes sociales.
“Todo lo que nosotros vayamos a difundir tenemos que tener mucho cuidado, una foto que yo levante en las redes sociales ya no me pertenece a mí, le pertenece al mundo digital”, advirtió Celso Rojas, también del Departamento de Antisecuestro y Antiextorsión.
¿Cómo detectar a los que son truchos?
El pái Wilson criticó al ministro del Interior, Enrique Riera, por permitir que los reclusos tengan acceso a teléfonos celulares ya que, según dijo, este tipo de estafas perjudican a los verdaderos trabajadores espirituales.
Advirtió además que una de las primeras señales para detectar a un “tarotista mau” es que solicite datos demasiado privados o específicos o que no cuente con un local físico donde atender a los clientes.
También recomendó desconfiar de quienes hacen promesas “fantasiosas”, como garantizar recuperar el amor de una expareja en 24 horas y señaló que lo ideal es acudir siempre a tarotistas recomendados.
Finalmente, explicó que los dos tipos de “trabajos” más solicitados para “amarrar” son “la traba”, que busca que el “amiguito” del hombre no funcione con ninguna otra mujer, y “el endulzamiento”, destinado a que la persona deseada no deje de pensar en quien encarga el ritual.