Los constantes dolores de cabeza de un niño de 8 años llamaron la atención de sus abuelos. Indagaron de a poco qué pasaba, hasta que el menor se abrió del todo y contó que sus compañeritos de la escuela en Paso de Patria (Ñeembucú), le hacían bullying.
“Le empujaban, le daban akãpete. Le pegaban con el cuaderno, con el libro. El compañero de atrás le hincaba con un lápiz”, relató C., la mamá. Desde Buenos Aires (Argentina), donde vive desde hace once años, la mujer empezó a seguir lo que pasaba.
Constantemente le preguntaba a su retoño sobre la situación y el pequeño le contaba con lujo de detalles.
Sus compañeritos además de agredirle físicamente también le decían de todo. “Le decían que era bobo, especial, de poca mente. Feo, gordo, p… le rompían sus lápices, el sacapuntas y con el filo le amenazaban”, expresó.
No le dejaban jugar y hasta usaron la enfermedad de su madre para atacarlo, según la denuncia. A ella, le diagnosticaron una enfermedad estando en el vecino país y, como tenía que hacer tratamiento, le mandó a su nene a su tranquilo pueblo natal para que los abuelos le cuiden y alejen de ese duro momento.
“Le dijeron que su mamá se iba a morir y es lo peor que podés decirle a un niño que sabe que a su mamá le pasa algo”, lamentó.
Para ella todo era doloroso. “Era desesperante porque yo estaba lejos”, mencionó. Entonces decidió sacarle de esa institución y llevarle de vuelta a Argentina.
“En esa escuela no hay disciplina, no hay autoridad. Hoy fue mi hijo, mañana puede ser otra criatura”, dijo.
La profesora Mirian Cano, directora de la escuelita, comentó a EXTRA que ya están tomando medidas sobre lo sucedido. Señaló que hicieron una reunión de padres con psicóloga incluida y que los compañeritos contaron que también sufrían bullying por la indisciplina de algunos.
“Los padres reconocieron que son responsables de la educación de sus hijos”, refirió la docente.
Contó que los papás se comprometieron a combatir la violencia en sus casas. “Vamos a ir trabajando juntos, tenemos que cortar de raíz”, concluyó.
Psicóloga hará seguimiento de caso
Cano mencionó que la licenciada que atenderá a los alumnitos no hace oficina en Paso de Patria, sino en Pilar, por lo que tuvieron que conseguir turnos y móvil para llevarlos hasta la capital departamental para hacer sus tratamientos. “Nosotros vamos a sacar turno para los alumnos y con ayuda de la municipalidad conseguir transporte para que se vayan a su consulta”, apuntó.
La profesora manifestó que la psicóloga se comprometió también a orientar a los profesores sobre cómo enfrentar toda esta situación en la escuela.