Luz Sanabria, una joven de 19 años, llegó cansadísima a Caacupé, pero con una inmensa felicidad de haber cumplido con su promesa a la Virgen de Caacupé, que debido a la pandemia, tuvo que retrasarlo un año.
Cuando apenas tenía 10 años, los médicos habían dicho a sus padres que debía de operarse apenas cumpliera 17 años, debido a que le detectaron soplo en el corazón, desde entonces, su mamá se encomendó a la Virgen de Caacupé, pidiendo que su hija se cure, sin necesidad de entrar en cirugía.
Desde que se enteraron de la enfermedad, todas las tardes Luz y su mamá se sentaban a rezar el rosario, frente a la imagen de la Virgen de Caacupé, para pedir su intercesión y cuando la joven, cumplió 17 años fueron nuevamente a consultar y tras varios estudios médicos les dijeron que no tenía nada en el corazón.
“Ni el médico podía creer que yo estaba sana, pero mi mamá y yo sabíamos que la Virgen es quien nos dio la mano y nos concedió el milagro”, dijo emocionada la jovencita que estaba acompañada por su novio.
Agradecido por su hijo
Humberto Martínez, es otro de los ciclistas que vino desde Oleary, con su hijo de 11 años, quien también pedaleó. Según comentó a EXTRA, cuando su retoño iba a nacer, él pidió a la Virgen que el parto salga todo bien, pues era un embarazo riesgoso y tenían miedo. En ese entonces prometió a la Virgen que si todo salía bien, iba a traer a su hijo sobre la bici y ahora lo cumplió.
“El año pasado debíamos venir, pero por lo de la pandemia no pudimos y ahora si o sí ya cumplimos con la Virgen”, dijo.
El menor quedó encantado con la experiencia, aunque mencionó que le “esforzó” un poco al comenzar, pero rezando a la Virgen, pudieron llegar bien.