
Muchas personas que tienen una relación sentimental se ingenian para distraerse sin que la pareja se entere. “Me voy a hacer ejercicio al parque”, “estoy en el shopping haciendo compras”, “hoy salgo más tarde”, a veces son excusas que el celoso no cree y es por eso que quiere ir a todos lados con su media naranja y en algunos casos, la sigue.
Existen varios trucos que usan los infieles para zafar de estos controles. Algunos usan un teléfono con doble chip y de ese modo contacta con su pareja mediante un número y con el otro, conversa con el cuerno. Otros inventan la excusa de ir al gimnasio porque se ve gordo o gorda, aunque en realidad, van para alimentar la vista.
El cruce de miradas con personas desconocidas por la calle es lo más frecuente y la mayoría lo hace aunque esté acompañado de su pareja.
Una forma de controlar
La manera más frecuente es “la llamada gratis”. No importa si está en el trabajo o con la familia, el celoso quiere “escuchar” a su pareja a cada momento y lo mantiene en línea, dure el tiempo que dure.
Futbol y reuniones
El control suele perderse cuando la excusa es el fútbol o la salida con las mejores amigas, por lo general, la sospecha en estas situaciones es mínima. Jugar al fútbol por la noche con los amigos es quizás la excusa más práctica y menos sospechosa. Algunos ayudan a su amigo guardando o prestándole un poco de ropa, para así desviar su camino el tiempo que dure el fútbol. Si necesita más tiempo, solo basta con hacer una llamada y comentar que se quedará a tomar unas cervezas en el tercer tiempo.
Las mujeres crean su “día de chicas”. En esas reuniones, aparte de hablar de sus cosas y “ponerse al día”, también algunas se ingenian para aventurarse con la ayuda de sus amigas. La pareja piensa que no existe peligro de infidelidad porque solo está con ellas.