25 abr. 2024

Jueza paró ruido que afectaba profes en su clase virtual

Denunciantes compraron decibelímetro y protectores de oído. Una familia farreaba de lunes a lunes con música a todo volumen.

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La pareja de docentes compró el aparato que mide el ruido y tapones para oídos. Ya no soportaban el bochinche.

A una pareja de docentes universitarios de Fernando de la Mora, se les acabó la paz y la tranquilidad, cuando sus vecinos comenzaron a farrear de lunes a lunes, con música a alto volumen en plena pandemia.

Denunciaron ante la Policía, la Fiscalía y la Municipalidad, compraron tapones para oídos carísimos y un aparato medidor de decibeles para probar que no mentían por el alto sonido de la música y que ya les afecta en la salud.

Finalmente, encontraron la solución con una jueza de Paz ,quien les dio una medida cautelar por violencia doméstica y perturbación de la paz publica, que obligó a los barullentos a poner despacio su música. Este caso ocurrió en Fernando de la Mora, zona Sur.

Gente joven

El denunciante, profesor de Economía, dijo que su vecino R. V.; su señora y su sobrina comenzaron a juntar gente joven en su casa desde las 6 de la tarde, luego tomaban y escuchaban música a todo volumen hasta la madrugada. “Llamábamos a la comisaría y siempre venían, pero ellos no hacían caso”, dijo el afectado.

Tres fiscales

Por eso denunciaron el caso a la fiscal Otilia Aguilera, quien apalabró a los vecinos fiesteros. Pero no cambiaron. La pareja denunció ante la fiscal Fátima Britos y tampoco pasó nada y a un tercer fiscal, Italo Rienzi, quien comenzó a investigar.

“Fuimos al juzgado de Paz, donde a la Jueza Natalia del Carmen Molas, mi señora, le contó lo que estábamos pasando cada noche. No podíamos dar clases virtuales, ya estábamos enfermos física y psicológicamente, entonces, la jueza comparó lo que estábamos pasando como Violencia contra la Mujer y Perturbación de la Paz Pública, en contra de los vecinos”, indicó.

Advertidos

La pareja y los vecinos fueron a comparecer, la jueza advirtió a los fiesteros que no pongan más música a todo volumen, ni se acerquen a la doñita, porque solía ser atacada por la denuncia que realizaron.

“Eso fue en diciembre del año pasado y ahora el 10 de septiembre mi señora tiene que volver ante la jueza a ratificarse en su denuncia o no. Lo más probable es que mi esposa pida otra medida cautelar igual para que no hagan barullo”, dijo.

Decibeles

Las leyes municipales establecen que de día el ruido pueden alcanzar un máximo de 60 decibeles, mientras que de noche puede llegar a 45 decibeles. Este fin de semana la Poli controlará a ruidosos en Asunción.

No podían enseñar, ni dormir bien

El docente dijo que en horas de la tardecita- noche, daban clases virtuales a sus alumnos y que no podían escuchar lo que decían ellos y eso les ocasionaba nervios, a ambos todos los días. “No podíamos dormir bien por el ruido de la música. Mi esposa sigue un tratamiento psicológico y yo un tratamiento neurológico. Hemos gastado mucho dinero en médicos y abogados por lo sucedido”, se quejó. Él es docente de la UNA y su esposa es de una facu privada.