Bañada en sangre, una joven de 20 años, de Tarumandy, Luque, salió a pasos lentos del portón de su casa y pidió socorro a sus vecinos alegando que su padrastro, un hombre de 46 años, le había disparado. Los pobladores de la zona la auxiliaron y entraron a la vivienda donde encontraron al agresor muerto, aparentemente se autoeliminó con su arma.
La joven, quien ya se encuentra estable en Hospital del Trauma debido a que las balas solo la rozaron en la cabeza, brazo y espalda, relató a los Policías que todo habría iniciado tras un pleito con su padrastro porque se negó a mostrarle con quién estaba mensajeando.
La discusión se habría acalorado; el hombre sacó su arma y le disparó a la mujer, identificada como Tamara Cañete, y luego se pegó un tiro en la cabeza, pensando que había matado a la joven.
El Ministerio Público intervino el hecho y está tomando declaraciones de la víctima. La fiscala del caso Sully Ortiz tomó la causa como intento de feminicidio, pese a que el autor se autoeliminó tras el hecho.