Las pocas veces que salía de casa se cubría el rostro con maquillaje para que nadie notara los moretones, según se comprobó. Sus amigos se daban cuenta de lo que estaba pasando e intentaban aconsejarlo, pero él no decía nada.
Oriundo de Asunción, tenía 30 años y llevaba una relación de 3 años con una chica de 25, la misma quien supuestamente lo golpeaba y maltrataba por sus arranques de celos.
Cuando él cortó la relación en junio del 2020, ella lo denunció por violencia. El joven estuvo 7 días en el calabozo y 3 meses con prisión domiciliaria; el caso llegó a juicio oral y ayer se hizo la segunda audiencia en su contra, pero de acuerdo a las pruebas presentadas se podría comprobar que él es la víctima, según contó Oscar Tuma, su abogado.
Lo encerraba
“Era extremadamente celosa, lo tenía encerrado, le alejó de su familia, lo golpeaba, lo amenazaba con cuchillo y cuando él por fin pudo decidirse y terminar, ella va y lo acusa de que él era la persona violenta”, expresó.
La relación que ambos jóvenes tenían era normal, pero en el segundo año de convivencia, ella cambió su conducta y “se volvió una persona celosa compulsiva” lo aisló completamente hasta el punto de que él no podía salir de la pieza hasta que ella se levante de la cama, señaló Tuma.
A bofetadas
“Tenía un local comercial, ella iba al lugar y le prohibía que le atienda a las clientas. Cuando salían y porque una persona pasaba, ella automáticamente le daba una bofetada”, contó.
Uno de los testigos declaró que la joven incluso le dio un tovajepete por cobrar a su clienta.
Además de pegarle en reiteradas ocasiones y amenazar con matarlo, la joven supuestamente lo arañaba y mordía violentamente.
“Por suerte alguien le dijo que grabe una de esas disputas y así lo hizo y gracias a esa grabación vamos a obtener el resultado favorable porque si esa grabación no existía, son muy pocos los jueces que creen en el testimonio de un hombre”, manifestó.