Tenían planes, y uno de ellos era vivir juntos. Lucía Fernández, de 26 años, tiene su casa propia en Encarnación y conoció a un muchacho muy guapo. Decidieron darse una oportunidad y comenzaron a salir. Él se mudó con ella, pero no le gustaba su cama.
“Cuando le conocí a él era soltera. Todo mío, mi casa, mi colchón, todo mío y al mudarnos juntos me dijo: ‘te voy a comprar otro colchón porque no quiero estar contigo en un colchón donde vos ya estuviste con otro’”, contó Lucía a EXTRA.
Lucía tuvo que regalar su cama vieja, porque...
Así que Lucía tuvo que regalar su cama y él trajo uno nuevo que compró a cuotas. La relación duró un año, pero terminó porque él era muy tóxico.
Pero, cuando se fue de la casa, el ex intentó que le devolviera el somier. “Igual me reclamó, pero yo le dije que era un regalo. Entonces me dijo, ‘bueno, disfrutá con otros ahí’”, recordó Lucía.
Al final, él se quedó con la deuda y para colmo luego pasó el número de Lucía a la casa de electrodomésticos para que le requirieran, pero ella les explicó que la deuda no era de ella.
Hoy, Lucía disfruta del regalo de su ex, y en esa misma cama concibió a su hijo. “Ahora estoy durmiendo con mi pareja nueva y ya tuvimos un bebé”, contó. Inspirada por el caso del albañil de San Roque González, Paraguarí, que compró un somier a su novia y terminó con el clavo cuando ella lo engañó, Lucía también decidió contar su historia.
El más Letradito
El segundo caso también es de una relación fallida, pero en Barrio Obrero de Asunción. Una mujer de 31 años estuvo un año con un hombre de su misma edad y durante ese tiempo le compró varios electrodomésticos: un somier, heladera, lavarropas, cocina, horno, air fryer y hasta un celular que aún paga.
Tras descubrir que él chateaba con otra desde el teléfono que ella le regaló, decidió terminar la relación.
Supuestamente vendió todo: El daño es de unos G. 20 millones
Cuando la afectada del Barrio Obrero fue a pedir sus pertenencias, el hombre se negó a devolvérselas e incluso volvió con su cuerno. “Cuando volví a pedirle mis cosas, me dijo que ya vendió todo, pero yo no le creo”, contó la afectada a EXTRA. La mujer realizó la denuncia en la Fiscalía del Área 1 de Asunción, pero aún no obtuvo respuesta. Para colmo, sigue pagando el WiFi porque no puede cancelar el servicio sin devolver el router que él no le entrega, acumulando una pérdida aproximada de G. 20 millones entre muebles, electrodomésticos y dinero prestado.