Solo escombros había alrededor de la imagen intacta de la Divina Misericordia. El fuego rodeó el altar de Jesús Misericordioso pero no llegó a afectar siquiera los girasoles de plástico. La repisa fue lo único que sobrevivió al voraz incendio en casa de la familia Ortiz Leguiza.
“Para nosotros esto es un milagro”, aseveró en contacto con EXTRA Augusto, el dueño de casa, notablemente afectado por lo ocurrido.
El siniestro se registró alrededor de las 18:00 horas del sábado, en su vivienda situada en el barrio Conavi de Caaguazú, departamento del mismo nombre.
Cuando empezó el fuego, Augusto se percató que había olor a humo. Salió hacia el fondo de su residencia creyendo que alguien quemaba basura, contó a EXTRA su hermano Banderley Ortiz.
Pero al mirar hacia su domicilio notó que el fuego provenía de su interior. “Corrió a pedir auxilio a los vecinos, pero el fuego se propagó muy rápido. Pudimos sacar una heladera y algunas otras cosas, pero casi todo se quemó”, continuó Banderley.
En ese momento, sus hijas y su esposa salieron a comprar la cena, mientras él veía la tele, mencionó el pariente.
El incendio inició en una de las habitaciones, donde un cargador conectado a electricidad provocó un cortocircuito. Una frazada y un colchón estiraron las chispas y rápidamente se convirtieron en llamas.
El fuego consumió muy pronto la vivienda porque la construcción era casi toda de madera. La única habitación construida de material cocido era la cocina.
Devotos
Augusto comentó a EXTRA que tanto él como su esposa son devotos al Jesús Misericordioso, tanto que él cada vez que va a salir de su casa para laburar se encomienda a él porque maneja un camión cisterna de combustible.
“Estaba en la sala, nosotros somos muy católicos y vamos a colocarle de nuevo ahí (en la sala) su altar”, refirió.
Vecinos intentaron luchar contra el fuego pero fue imposible. Bomberos voluntarios acudieron al lugar para sofocarlo.
Van a reconstruir casa a la familia
La familia quedó casi literalmente con las ropas que traían puestas, pues todos los muebles, ropas y electrodomésticos en general fueron consumidos por el fuego. Vecinos, amigos y miembros de la comunidad se unieron a la noble causa de darle nuevo hogar.
Ayer empezaron con los trabajos de limpieza entre los escombros que quedaron en el lugar para poner los cimientos de la nueva casa.
(0981) 615 620 para ayudar. Si alguna persona quisiera colaborar con la familia afectada, puede comunicarse con ellos a través del hermano de Augusto, Banderley.