Un enorme toro cebú de unos 300 kilos, hizo volar por los aires a un torero al embestirlo y también le ocasionó una feroz herida punzante y sangrante en su entrecostilla izquierda.
El incidente se dio en la noche del domingo, en medio de los festejos patronales de la ciudad de Guarambare, departamento Central.
El torero lesionado es Antonio Caballero, es miembro del grupo Coloso Paraguariense.
Antonio es muy conocido en el mundo del torín, ya que con su equipo hacen acrobacías realmente peligrosas.
Dan volteretas de espaldas (tipo marcha atrás sin mirar) hasta montar la cabeza del toro y sujetarse de los cuernos.
El accidente ocurrió en en medio de un gentío que llenaba el ruedo central donde se hacía torín, ubicado no lejos de la iglesia y de la plaza.
Se presume que el torero, confiado en sus habilidades y largos años en el ámbito taurino, tuvo un movimiento en falso al realizar una acrobacia, y no logró esquivar la embestida.
La corrida se detuvo momentáneamente mientras los toreros de apoyo se encargaron de entretener al furioso animal para que el lesionado pueda ser sacado.
El torero corneado fue llevado al hospital y luego dado de alta.
Ayer a la siesta, Antonio debió ser nuevamente derivado por sus parientes a un hospital de Paraguarí.
Fue debido a que la herida volvió a tener un sangrado, según informó a EXTRA, una tía quien prefirió mantenerse en el anonimato.
El torero recibió las atenciones médicas y volvió a su casa donde espera recuperarse para volver quizás en unos meses a los torines, indicó la tía.
Opiniones divididas
En página Torín- cháke toro (Facebook) contó el accidente que tuvo el “Coloso Paraguariense” y que generó un gran susto al público ver el cuerno del toro incrustrado en la humanidad del torero.
Los seguidores de Antonio le desearon pronta recuperación y de paso contaron que en el hospital de Guarambaré ni gasa suele haber.
Tampoco se quedaron callados los que rechazan los juegos taurinos.
“A ver si dicen basta del maltrato animal; los animales no son para jugar”, escribió Raquel Villaba, quien deseó que los toreros sufran los mismo que paceden los animables durante los juegos taurinos. Varias sociedades protectoras de animales ya pidieron poner fin a los torines.