Claudia Agustina Sosa supuestamente envió mensajes masivos de texto a través de WhatsApp a sus amigos y familiares, tanto en Itauguá como en otras localidades del interior del país.
En ellos decía que “ya no se hallo más” y que iba a hacerles algo a sus hijos y después a ella misma.
Los allegados contactaron con la policía. Cuando llegaron los agentes, la tragedia ya estaba consumada en una casita ubicada en el asentamiento del Kilómetro 28, en Itauguá, compañía Mbokajaty Sur. Ahí encontraron los cuerpos sin vida de dos niños —uno de 6 años y otro de 10 meses— y de la madre, todos colgados por una viga. “Entramos en la casa y nos encontramos con esta tragedia”, relató el comisario Fulgencio Galeano a C9N
Llamada
Relató que a las 18:30 de ayer recibieron una llamada de emergencia que algo malo iba a ocurrir en dicha casa.
Comentó que en el lugar fueron recibidos por un familiar de la señora
“Inclusive a mí me llamaron de otras ciudades del interior contándome que la madre iba a cometer el acto. En el mensaje hacía una despedida El comisario también reveló que, en los mensajes, la mujer, de 28 años, parecía expresar frustraciones sobre la vida que había llevado. “Es una escena del crimen que nos impactó, especialmente por los niños, que eran inocentes”, agregó.
Gregorio Rojas (58), la pareja, el papá de uno de sus hijos, un electricista, salió a las 8 de la mañana y también fue avisado por los parientes. LLegó a la par que los policías.
La última vez que vieron con vida a Claudia fue a las 15:30 de ayer. Estaba bañando a las criaturas. A medida que veían la escena del crimen, no cuadraba el filicidio y posterior suicidio.
Detenido
La fiscalía ordenó la detención de la pareja de la señora. Para los investigadores hay cabos sueltos. Según datos obtenidos por el diario EXTRA, el electricista solía siempre venir a almorzar al mediodía y ayer no lo hizo. Además, había borrado todo los mensajes que intercambiaron con Claudia. Gregorio fue detenido ahí mismo. Los tres cuerpos fueron llevados a la morgue.